Lilac protagonizó uno de esos fabulosos rescates de Hope for Paws: la perra, una Husky realmente guapa, vivía -malvivía- en la calle. Obviamente su relación con los humanos había incluido algún tipo de maltrato porque lo suyo iba más allá de la desconfianza, claramente le daban miedo todas las personas.
Como podréis ver en el vídeo que le ha dedicado The Dodo, Lilac trataba casi de desaparecer, mirando a la pared, esquivando cualquier interacción con los humanos.
Poco a poco, con paciencia y sabiendo cómo tratar a un can que necesita espacio para poder recuperarse, esta perra empezó a volver a ser perra... Y sí, ha sido adoptada y disfruta ahora de una vida en familia.
En España, como sabréis, también hay equipos de voluntarios que se ocupan de rescatar a esos canes miedosos que tan complicados son de coger. Hacen una labor increíble. Si podéis sumaros a algún teaming o echar una pata... seguro que os lo agradecen: