Los perros y los gatos son muy diferentes al nacer: resulta que los mininos tienen una forma de organizarse para comer muy diferente a la de los canes porque en su caso, cada cual elige una mama y siempre se alimentará en ese mismo lugar, que reconocerá porque tiene su olor. En el caso de los perros no es así, los cachorrotes peleany se posicionan allá donde pueden cada vez que maman. En ambos casos así van aprendiendo cómo es el mundo, su mundo.
Es lo que muestran en este precioso reportaje de la BBC en el que muestran cómo una gata cuida de sus propios mininos y también de un cachorrote que se había quedado huérfano.
Pese a que el can, con su forma de comer, altera la dinámica de esa familia gatuna, la madre gata lo trata como uno más.
Y, después, siguen las diferencias que en ningún caso son insuperables, como sabrán las muchas personas en cuya familia hay perros y gatos.