Siempre que veo vídeos de perros y niños pequeños recuerdo la regla de oro que enseña Santi Vidal para evitar problemas, la de las tres eses... Supervisión, supervisión y supervisión.
Aquí los protas son un carlino muy tragón y un bebé de lo más simpático. Entre ambos... una galleta. ¿Adivináis quién gana?