¿Qué hay que hacer para que más personas sean conscientes de que cada petardo que tirán puede dañar gravemente a los que le rodean?
¿Cómo hemos de explicar que los estruendos inesperados a cualquier hora del día aterrorizan a cientos de personas y a miles de animales? Algunos no lo pueden superar. Otros pasan días con un nivel de estrés atroz.
No se trata de prohibir, se trata de concienciar: si se regula correctamente la cuestión, si se permite, como hacen algunos ayuntamientos, que se puedan tirar petardos solamente durante momentos muy puntuales y en lugares acotados, entonces aquellos que lo pasan mal podrían prepararse y preparar sus hogares para que el ruido hiciera el menor daño posible.
Perocuando tiran tracas y petardos en cualquier momento y en cualquier sitio a lo largo de toda la Navidad, cuando los consistorios deciden no intervenir, cuando eligen utilizar en sus celebraciones pirotecnia y estruendos, cuando no emiten bandos o no se molestan en hacer que sus bandos se cumplan... entonces se producen desgracias como esta.
Ha sucedido esta semana en Palencia, en plena Navidad, en Noche Buena. Otra vez los petardos. Otra vez los malditos petardos han hecho que un can se asustara tanto que saltó por una ventana.
Lo ha contado la mujer que iba en coche por la calle cuando se topó con este drama y paró a ayudar, para intentar llevar al perro al veterinario lo antes posible.
"La peor Noche Buena de mí vida. Un border collie se precipitó desde la galería de un séptimo piso, (se asustó y saltó al vacío gracias a los putos petardos de los cojones).
Agradecer a la policía local de Palencia, por su rápida intervención y por escoltarme hasta el veterinario de urgencias.
Era prácticamente imposible que sobreviviera, pero al menos no quedó tirado en el suelo mucho tiempo.
La casualidad hizo que pasara una perruna como yo con el coche y poderle recoger rápidamente del suelo y meterle al maletero, intentando aliviar un poco todo el dolor que tenían sus familiares que estaban rotos, una abuela con su hija y con su nieta que no tenía consuelo mí pobre, me partió el corazón ver a esa niña, el amor de un perro es insuperable.
Lo siento enormemente, los accidentes pasan y nos puede pasar a cualquiera. Un beso enorme para ellos.
Por una Navidad sin petardos. Ojalá alguna vez.. Ojalá"
Seguiremos tratando de concienciar a lo largo de todo el año, explicando todas las veces que haga falta que los petardos, incluso las tracas que muchos tiran con sus hijos como si fuera un divertimento simpático sin más, no son inocuas, ese ruido afecta seriamente a todos los que están alrededor.
Sí, hay que tener mucho cuidado estos días tanto en casa como en la calle: dejar todo bien cerrado y al salir comprobar siempre bien collar o arnés y correa para evitar que si nuestro can se asusta y pega un tirón pueda soltarse. Porque los accidentes suceden cuando menos te lo esperas y los petardos, igualmente, suenan cuando menos te lo esperas.
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