Es verdaderamente sorprendente lo mucho que se puede lograr con la tecnología 3D. Si cientos de perros han vuelto a poder andar o corrergracias a prótesis creadas específicamente para ellos, ahora una cachorra ha sido la primera en comprobar cómo un exoesqueleto personalizado puede ser clave para ayudar a perros que hayan sufrido fracturas a poder recuperarse.
Loca, una Staffordshire bull terrier de 4 meses de edad, fue mordida por otro perro con tal severidad que le fracturaron tanto el pómulo derecho como la mandíbula y sufrió daños extensos en su articulación temporomandibular, además de múltiples heridas punzantes en su cara y cuello.
En el Hospital Veterinario de UC Davis decidieron apostar por una nueva máscara facial que han desarrollado con estudiantes de ingeniería biomédica: al ser tan joven, Loca tenía muchas probabilidades de poder recuperarse.
Este enfoque innovador para aprovechar las capacidades de la impresión 3D podría ayudar a los perros con fracturas graves donde la fijación interna no es posible debido a diversas limitaciones.
Y hay que ver cómo mueve el rabillo Loca cuando viene a visitar a todos estos humanos que han hecho posible que se recupere a la velocidad del rayo.
Según explican en la web,Loca se adaptó muy rápido a la máscara: casi de inmediato comenzó a comer alimentos blandos y se mantuvo cómoda con sus analgésicos. Además del Exo-K9, la máscara, a Loca le pusieron una venda acolchada en el cuello para proporcionar estabilización de la fractura de su cuello y limitar su rango de movilidad durante el proceso de curación.
Durante el mes siguiente, a Loca no se le permitió el acceso a juguetes, huesos o cualquier otra cosa difícil de masticar. Al mes regresó a UC Davis para una revisión y a partir de ese momento ya pudo empezar a comer pienso. A los tres meses pasó una nueva revisión que demostró que todo iba como debía -tan solo le tuvieron que quitar dos dientes. Loca continúa recuperándose bien de sus heridas, y todas las indicaciones muestran que el Exo-K9 es un componente viable para la cicatrización de lesiones maxilofaciales.
Tras ese gran susto que debió de pasar, ¡vaya suerte ha tenido Loca!