Este vídeo lo ha grabado una madre tras visitar con sus dos hijas una protectora. Ahí, por lo visto, estuvieron considerando la opción de adoptar a algún can y pasaron un rato con diversos perros y cachorros. Para que sus hijas fueran algo conscientes de la importancia de esa decisión, primero les dijeron que no podían llevarse ningún perro. Y este fue el "drama" que siguió...
No os desvelamos nada más... mejor verlo sin más.
Es obvio que es tarea de los padres enseñar a los niños lo que realmente significa tener un perro, la responsabilidad que conlleva así como el trabajo y esfuerzo que requiere educar a un cachorrote. Y la importancia de cuidar de ellos con constancia, todos los días hasta cuando no te apetece nada.
Quererlo porque es adorable es normal pero... no es suficiente.Las protectoras están llenas de "ex-cachorros" guapérrimos que han sido entregados o abandonados porque algún presunto adulto no se tomó la molestia de reflexionar antes de incorporar un perro a su vida. Los cachorros dan la lata, rompen, manchan y no se pueden apagar. Son adorables e imparables, son estupendos compañeros de juegos para los niños pero son seres vivos a los que hay que dedicar mucho tiempo y esfuerzo.
Por eso mismo, aprovechamos para compartir de nuevo los consejos de una protectora muy especial que se esfuerza por fomentar las adopciones que realmente merecen la pena; las adopciones responsables. Ellos explican a los adoptantes en potencia todo lo que un cachorro no es...
Un cachorro es un ser vivo que necesita amor y atención el resto de su vida. Un cachorro es particularmente vulnerable y puede sufrir roturas de huesos y otras heridas si alguien lo trata sin cuidado.
No se debe adoptar a un cachorro para fomentar el sentido de la responsabilidad en los niños. No es justo que sean los niños los que tengan que ocuparse del bienestar de un animal. Dar de comer, limpiar y educar a un cachorro son tareas que deben llevar a cabo los adultos. Si buscas enseñar a tus hijos a ser responsables es mejor que no sea a través de las necesidades de un animal que no puede valerse por sí mismo.
El coste inicial de adoptar a un perro es ínfimo comparado con el coste de los tratamientos veterinarios que ese perro necesitará de manera rutinaria a lo largo de su vida, así como las visitas a urgencias, seguros diversos y las cosas que probablemente te romperá en casa.
Las protectoras están llenas de perros que alguien compró o adoptó por las razones equivocadas o sin haberse tomado el tiempo de informarse bien y de analizar si podía comprometerse realmente con ese ser vivo.
Los perros no pueden limpiarse y tampoco pueden limpiar lo que dejan tras de sí: pises o cacas accidentales, pelos... Esto siempre implica más trabajo para su familia.
Un cachorrito no tiene ni las capacidades mentales ni las capacidades físicas de un perro adulto así que necesita hacer pis y caca con más frecuencia y tampoco sabe distinguir lo que es y no es un juguete, lo que es y no es peligroso. Requiere paciencia, comprensión y supervisión, igual que si fuera un niño pequeño. Un perro no se hace adulto hasta, por lo menos, alcanzar los dos años de edad. Si trabajas y no tienes tiempo para jugar con tu cachorro y educar a tu cachorro, entonces sería mejor que adoptaras a un perro adulto.
Pero sí necesitará tu amor y tus cuidados para siempre. Por favor, asegúrate que entiendes bien el compromiso que requiere, tanto los primeros meses como a largo plazo, antes de dejarte llevar por lo adorable que resulta un cachorrito.