No todos los experimentos con perros son malos, no todos se llevan a cabo sin tener en cuenta el bienestar de los canes o sin que reciban ningún beneficio por participar en ellos.
Maple, una perra senior a la que recientemente le diagnosticaron un cáncer relativamente raro y agresivo, un osteosarcoma maxilar, se ha convertido en la primera en participar en un ensayo de una técnica muy novedosa para combatir el cáncer a través de la radioterapia, la radiación FLASH.
Este estudio slo están desarrollando veterinarios oncólogos de Penn Vet junto con sus colegas de Perelman School of Medicine.
La radioterapia paliativa, explican, puede retrasar el crecimiento del tumor y reducir el dolor, pero por lo general requiere tratamientos durante varias semanas o meses. La radiación FLASH, en cambio, es mucho más rápida: los pacientes pueden recibir un curso paliativo de radiación en solo unas pocas visitas.
Tras un estudio inicial de la técnica en perros con osteosarcoma iniciado en 2019, este nuevo ensayo utiliza un haz de protones dirigido con precisión para apuntar a tumores más pequeños de la cavidad oral. La energía de las partículas cargadas positivamente en el haz de protones destruye las células cancerosas, mientras penetra profundamente en el tejido. Esta terapia también pretende evitar que los tejidos normales que rodean el tumor se dañen, algo que resultaría tremendamente innovador.
Maple ha recibido el tratamiento en el Centro de Terapia de Protones Roberts en Penn Medicine por la noche, después de que los pacientes humanos se hayan ido. Ella ha tenido dos sesiones de radiación FLASH.
Maple ha sido la primera perra pero ya hay otros dos canes que están participando en el ensayo. A Maple le ha ayudado a mejorar su calidad de vida considerablemente: gracias al tratamiento, dos dosis de radiación Flash, han logrado que se redujera el tamaño del tumor y también las molestias asociadas (sangrado, dolores, etc.)
Su humana, Meg Ruller, que es veterinaria, está feliz de ver que la perra está mejor y que puede seguir disfrutando a su lado, también junto a sus otros canes.
El objetivo del ensayo, explican desde Penn Vet, es lograr encontrar el punto óptimo de eficacia con mínimos efectos secundarios. El equipo también espera estudiar el enfoque en gatos, en diferentes tipos de tumores y utilizando electrones en lugar de protones, que no penetran tan profundamente. El objetivo es perfeccionar los protocolos para realizar la técnica en personas con varios tipos de cáncer.
Los investigadores esperan llevar a cabo el estudio en nueve perros y recopilar datos sobre los efectos secundarios de FLASH y su influencia en la enfermedad. “Es una gran oportunidad para ayudar potencialmente a los perros a medida que aprendemos más sobre cómo funciona”, dice el oncólogo canino Keith Cengel.
“Creemos que FLASH será más seguro y, con suerte, tan eficaz como la radioterapia estándar”, opina su colega de Penn Vet, and Brian Flesner.
Ojalá todos los ensayos en perros fueran como este, para mejorar su calidad de vida y tratar de mejorar la de otros perros y también las personas, en vez de los horrores que perpetran en laboratorios como Vivotecnia.
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