Mundo es su única familia, es, literalmente, su mundo. Un bello perro al que él rescató de la basura, de un contenedor junto al Estadio de Anoeta donde algún desalmado lo tiró siendo un cachorro.Y allí, bajo los soportales del estadio, junto a la puerta 20, es donde ha vivido Rubén desde hace ocho meses. Su historia saltó a los medios y gracias a eso llamó la atención de mucha gente, incluyendo de la La Real Sociedad.
Y así llegó una nueva oportunidad para Rubén: el Club ha decidido ayudarle y le han ofrecido un trabajo como jardinero, su profesión.
Un gesto que es más que eso puesto que podría cambiar la vida de este hombre para siempre.
Ahora él está buscando una habitación para dejar la calle y encontrar algo de estabilidad.
Una habitación, por supuesto, que le permita seguir compartiendo sus días con Mundo, su gran compañero.