Las casas de acogida son indispensables para las protectoras en España (y en el resto del mundo). Los cachorros, los perros que están recuperándose de una intervención, los canes que se estresan y enferman al estar en un chenil, los abueletes... en éstos y muchos otros casos, el poder contar con el apoyo de un hogar donde ese perro pueda vivir y estar tranquilo es clave. Cada protectora tiene unas normas y condiciones pero, en esencia, lo que necesitan son voluntarios responsables, gente que tenga tiempo para cuidar de esos canes como si fueran suyos y que sirvan de puente hacia el futuro feliz de todos esos animales.
¿Cómo ser una buena casa de acogida? Con paciencia, cariño y calma. El objetivo -igual que cuando se adopta a un perro adulto- es lograr que el perro se sienta seguro.
Si te lo estás planteando, habla con protectoras en tu zona: normalmente te ofrecen ayuda y consejos prácticos para que ese proceso sea un éxito. Ellos suelen correr con todos los gastos para que tú puedas concentrarte en el cariño y los cuidados cotidianos a ese can.
En este precioso vídeo (una versión ilustrada de un poema de Diane Morgan) rinden homenaje a todas esas personas que dan el paso y deciden ser casa de acogida, personas que deben ser a la vez todo dulzura y todo dureza porque saben que cuidan de un animal al que querrán con locura y del que tendrán que despedirse. Son puentes entre lo que fue y lo que podrá ser, son el camino hacia una nueva vida para esos animales.
PD: El vídeo en la propia web del programa, de Shelter Me, comienza con una introducción de Jon Hamm alabando la labor de las casas de acogida. Y es que el actor (que es muy perruno) ha colaborado con este gran proyecto, el fue el protagonista de uno de los episodios de Shelter Me.
