Lo sucedido en Sturgeon ha generado tal nivel de protestas y críticas que el alcalde de esta localidad de Missouri ha decidido dimitir y se ha suspendido al policía que, sin ningún tipo de justificación, mató de dos disparos a un pequeño perro, ciego y sordo, llamado Teddy.
Teddy era un shih tzu de cinco años que ni oía ni veía: tuvo la mala fortuna de perderse y desorientarse. Entonces se topó con un policía que no supo entender que el perro no suponía ningún peligro para nadie, que solo estaba asustado.
Todo quedó grabado en su cámara corporal: el agente trató primero de atrapar al perrete con un lazo y lo hizo con cierto cuidado pero no lo consiguió. Entonces, aunque el perro no mostró ningún tipo de comportamiento agresivo, parece que este policía solo apreció que se estaba comportando de una manera errática y esto se tradujo en su mente en que debía de tener la rabia, según aclararon posteriormente las autoridades de Sturgeon.
Por eso disparó a matar. Dos tiros y una frase horrible, "Tuve que despacharlo".
La violenta e injustificada muerte de Teddy ha causado un revuelo enorme en su comunidad pero también más allá con máxima preocupación ante la facilidad con la que el policía eligió disparar para solucionar lo que consideró un problema.
Aunque inicialmente desde el ayuntamiento apoyaron la actuación del policía, diciendo que según la información que tenía hizo lo correcto, posteriormente, ante la avalancha de críticas llegadas de todo EEUU, dieron marcha atrás: el agente ha sido suspendido.
Y, en paralelo, cerca de 50.000 personas han sumado su firma en una petición para que lo sucedido no pueda quedar impune.
