Se acaban de conocer los nominados a los Oscar 2020: entre ellos, Pedro Almodóvar y Antonio Banderas por Dolor y Gloria, así como, obviamente, decenas de estupendas y recomendables pelis. Capaz que haya más canes por ahí sueltos pero entre todas las aspirantes a alzarse con una estatuilla hay una historia extra perruna y bonita, la del pequeño minino perdido que, contra todo pronóstico, se hace amigo de un gran Pit Bull. Kitbull, de Pixar, está nominado al mejor cortometraje animado del año.
Kitbull es el primer corto escrito y dirigido por Rosana Sullivan, un proyecto que ha sido posible gracias a que Pixar, a través de un nuevo programa llamado #sparkshorts, apuesta por dar libertad a sus artistas para que puedan realizar proyectos personales y originales.
En este caso, el resultado es una absoluta maravilla, una historia que consigue que sintamos el miedo y el dolor del perro, la curiosidad del gatito, esa capacidad tan intrínseca de muchos animales que son capaces, pese a cualquier horror vivido, de volver a confiar y de encontrar la felicidad a través del juego.
Seguro que ya habéis visto el corto pero cualquier excusa es buena para volver a verlo. ¡A ver si logra el Oscar, sería fabuloso!
Sin duda y por desgracia, Kitbull es un relato alejado de la realidad cotidiana de miles de Pit Bulls o PPPs en todo el mundo pero quizá por ello es aún más importante: transmite un mensaje realmente positivo sobre las razas catalogadas como potencialmente peligrosas, un mensaje que seguro servirá para educar contra el maltrato animal y contra los estereotipos que rodean a ciertos perros.
PD Si queréis saber más sobre este proyecto, en este Podcast Rosana Sullivan habla sobre todo el proceso de creación de Kitbull.