Un vuelo entre Tel Aviv y Toronto tuvo que hacer una parada inesperada en Frankfurt esta semana. ¿La razón? Para salvar la vida de un can, de un Bulldog Francés llamado Simba.
Según relatan en City News, la tripulación se dio cuenta, cuando el avión estaba a punto de comenzar a atravesar el Atlántico, de que el sistema de calefacción de la bodega no funcionaba correctamente.
El piloto, consciente de que ese fallo podría poner en peligro la vida del can, decidió desviar el vuelo y hacer una parada en Frankfurt para que el perro pudiera ser trasladado a otro avión.
Sí... un vuelo internacional cambió de rumbo para evitar que un pequeño Bulldog Francés pudiera morir congelado.
Olé, chapeau y no sé cuantas exclamaciones más. No caben aquí, seguro.
Evidentemente la decisión del comandante afectó a los pasajeros (75 minutos de retraso) y a la propia compañía (posiblemente unos 10.000$) pero ¿cuál ha sido la reacción de la línea aérea? Esto es lo que el portavoz de Air Canada ha explicado a CNN:
“Aunque reconocemos que ha sido una molestia para nuestros clientes, en general la reacción ha sido positiva, sobre todo una vez que la gente ha sabido que el perro estaba en peligro y que, gracias al desvío, quedó a salvo".
Eso sí, la frase que más me gusta es la de un experto contactado por la misma cadena de TV:
"El comandante es el responsable de todas las vidas en el avión, tanto humanas como caninas"
En el vídeo podéis ver al dueño de Simba al reencontrarse con el can.
Vía Antena 3, aunque... en su noticia parece que las fuentes bailan un poco.