Riley tiene 5 años y da igual lo que digan las calculadoras de edades perrunas traducidas a edades humanas: este guapérrimo Golden Retriever debe de sentirse como un chaval adolescente en plena etapa rebelde, esos años de escaparse de casa para irse de fiesta... En su caso, en vez de irse de copas hasta las tantas lo que ha hecho es escaparse de su jardín para poder ir a ver a sus amigos perros en la guardería canina.
Sip, por lo visto Riley se lo pasa en grande en la apropiadamente llamada Happy Dog Cafe & Boutique, una guardería canina y peluquería de Belmont (Carolina del Norte) que está a kilómetro y medio de su casa.
Hace un par de días, cuando no le tocaba ir a la guarde, Riley decidió que tenía ganas de pasar la mañana con sus compis perrunos y, oye, para allá que se fue el solito.
Lo cuentan en el vídeo: Riley llegó hasta Happy Dog Café & Boutique y se plantó en la puerta, sentado, a esperar. Y claro, le vieron y le dejaron entrar.
¿Lo mejor? Avisaron a su familia para que no se preocupara pero cuando sus humanos dijeron que pasaban a buscar a Riley, desde la guardería les dijeron que nada de eso, con lo que había hecho para ver a sus amigos, Riley estaba invitado a quedarse todo el día jugando con ellos.
