Las mascarillas y guantes de plástico que demasiadas personas incívicas tiran al suelo sin más son un peligro para el medio ambiente y también pueden ser un serio riesgo para ciertos canes basurillas. (Aquí podéis encontrar información para saber dónde y cómo tirar las mascarillas)
Gibbs, un Schnauzer Miniatura de 3 años, casi muere por el "descuido" humano. El can había sido abandonado junto a otros dos perros y en su caso fue rescatado justo a tiempo: en cuanto estuvo a cargo de la Animal Rescue League de Boston vieron que tenía un problema.
El can mostraba signos de gastrointeritis, le hicieron una radiografíay así descubrieron que tenía una mascarilla en el estómago. Gibbs tuvo que ser operado de urgencia: todo ha salido bien y ahora solo esperan que esté totalmente recuperado para, entonces, poder buscarle un nuevo hogar.
Cualquier mascarilla puede causar un bloqueo intestinal pero las que, además, tienen una pieza de metal son especialmente peligrosas dado que pueden causar una rotura en el esófago o el estómago y provocar sepsis.
Los signos de que su perro puede haber ingerido un cuerpo extraño incluyen: vómitos, diarrea, dolor o sensibilidad abdominal, disminución del apetito, letargo, problemas para defecar....
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