La Navidad -con mascarillas o sin ellas- es época de excesos gastronómicos, ruidos e incluso muchedumbres, visitas inesperadas, regalos bajo el árbol, decoraciones y lucecitas por doquier, Belenes más o menos elaborados... Y todo esto, desde un punto de vista perruno, puede ser alarmante o atractivo; un verdadero peligro.
Por eso hay que poner cuidado extra para evitar sustos que puedan terminar en el veterinario: hay demasiadas tentaciones que podrían resultar dañinas para un can, desde dulces de chocolate a los adornos del árbol de Navidad.Es lo que le ha pasado al pobre Benji pero él, por suerte y tras una compleja intervención, se está recuperando en casa.
Hay que extremar las precauciones si nuestro can es de los extra curiosos o si es un cachorrote, si es de los que entran en modo aspirador y se come cualquier cosa que encuentre... pero lo cierto es que cualquier can puede, de pronto, darnos un susto.
Es lo que ha pasado con Benji, un Pastor Alemán de ocho años que nunca antes había hecho algo así.Nunca le había dado por comer zapatos o romper cosas en casa, según ha explicado su dueña, Olivia Mullen.
Vieron que vomitaba algo de espumillón y al principio no le dieron importancia, pensando que como mucho habría comido un poquito. Pero como el can seguía pachucho y decaído, Mullen decidió llevarlo al veterinario: cuando le hicieron una placa descubrieron que tenía el estómago lleno de espumillón. En un descuido, se había comido una tira de más de 80cm.
David Owen, uno de los veterinarios que trató a Benji,expllicó que al ser tan fibroso, el espumillón es extremadamente peligroso si se ingiere: se ancla en el estómago, no puede pasar a través de los intestinos y puede cortar lentamente los tejidos, potencialmente causando graves daños en el tracto intestinal del animal.
Benji fue operado de inmediato, una intervención complicada de varias horas para poder eliminar todo ese espumillón que se había enredado en su estómago, pero todo salió bien y tras varios días ingresado, Benji ha podido volver a casa para recuperarse en familia y disfrutar de la Navidad ya sin más sobresaltos.
Su familia ha compartido lo sucedido para que todo el mundo sea consciente de los peligros "ocultos" de la Navidad.
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