“Una pequeña historia (Latitude du printemps)” comienza con un hecho que sucede con demasiada frecuencia: un coche va por la carretera, para un momento, solo un momento, y arranca a toda prisa dejando atrás un perro abandonado.
A partir de ahí, sin embargo, todo es distinto y mágico en esta presunta "pequeña historia" porque ese perro se topa con un niño que sueña con ser astronauta y ambos viven en un mundo de juguete. El can no sabe realmente ser perro, el niño vive solo y en su camino se cruza una ciclista obsesionada con batir su propio récord.
¿Suena peculiar? Pues el resultado es una verdadera maravilla, un cortometraje enfocado al público infantil que habla de la amistad y la imaginación, de los amigos perros y del horror que es el abandono animal.
Chloé Bourdic, Théophile Coursimault, Sylvain Cuvillier, Noémie Halberstam, Maÿlis Mosny y Zijing Ye, amigos y estudiantes de Rubika, son los autores de Latitude du Printemps, traducido al castellano como Una Pequeña Historia. Fue su proyecto de fin de carrera.
Por si alguien quiere saber cómo continuó la historia... los autores del corto han compartido algunas imágenes más en sus redes: evidentemente, el perro y el aspirante a astronauta siguen juntos pasada la primavera inicial :-)
Normal que esta pequeña joya haya recibido tantísimos premios ¿no os parece?
Es muy interesante ver cómo crearon ese universo, podéis verlo en el making of del corto: el proyecto les llevó año y medio de trabajo.
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