Nico ha tenido mucha, mucha suerte, como podréis ver en el vídeo que han compartido desde Hope for Paws. Esta organización rescata perros en Los Ángeles, con mucha mañana, cierta cantidad de trozos de hamburguesas y paciencia.
Ellos explican que de un tiempo a esta parte se están encontrando con demasiados casos como el de Nico: perros que acaban en la calle porque sus humanos han muerto y o bien no tienen más familia o la que hay no quiere hacerse cargo del can. Por eso insisten en la importancia de hacer un testamento en el que se incluya a los animales.
Nico tenía un microchip, algo que en EEUU no es obligatorio, y así es como desde Hope for Paws pudieron descubrir su historia: resulta que su anterior humano había fallecido y sus hijas... pues no querían saber nada del perro. Tanto es así que ni siquiera, le dijeron a Hope for Paws, conocían el nombre del can.
Pero a Nico no le importa ya, porque no solo está a salvo sino que ha sido adoptado y ahora vuelve a tener una familia que sí le quiere y le cuida. Y por eso, él canta contento cuando puede :-)
¿Qué podemos hacer para evitar que algo así suceda? Tal y como sugieren desde Hope for Paws, es bastante útil hablar con la familia o con personas de confianza para, aunque sea solo de palabra, tener organizado un plan para evitar que, ante alguna desgracia inesperada, nuestros canes quedaran desprotegidos.
En España, El Refugio tiene una iniciativa llamada Proyecto Edén pensada para aportar tranquilidad a personas que conviven con canes y que no tienen más familia. Seguro que, igualmente, podemos hablar con asociaciones de protección animal en nuestra zona para preguntarles si tienen alguna iniciativa en este sentido.
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