Posiblemente hayas escuchado alguna vez que los perros de razas pequeñas no pueden contraer leishmaniosis. El saber popular sostiene a veces que la altura de vuelo del flebótomo, el insecto responsable de la transmisión de la leishmaniosis, es suficientemente alta como para no alcanzar los perros de pequeño tamaño. ¡Nada más lejos de la realidad!
Un consejo patrocinado por Advantix
Los conocimientos que tenemos en la actualidad sobre la transmisión de la leishmaniosis demuestran que el flebótomo no discrimina los perros por su tamaño, sexo o edad.
Cuestión de probabilidades
Lo que podría inducir a pensar que los perros pequeños sufren menos leishmaniosis sería el hecho de que éstos tienen un estilo de vida más urbano, exponiéndose en menor medida al hábitat del flebótomo y por lo tanto, en menor grado a la infección por leishmania.
Sin embargo, aunque es cierto que los flebótomos habitan zonas húmedas y su presencia es mayor en zonas de vegetación o cerca de lugares con agua estancada, hoy sabemos que la distribución del flebótomo es suficientemente extensa como para alcanzar los hábitats urbanos e incluso podemos encontrar ejemplares de este insecto dentro de nuestras casas.
Los movimientos durante las vacaciones o viajes de perros procedentes de zonas libres de leishmaniosis hacia lugares donde la enfermedad es endémica han provocado que la prevalencia de esta enfermedad haya aumentado en zonas donde antiguamente era casi inexistente. La ampliación del hábitat del flebótomo debido al cambio climático hace, además, que la transmisión sea posible en cualquier hábitat.
Por este motivo es imprescindible proteger a todos nuestros perros frente la picadura del flebótomo y así evitar que se infecte de leishmaniosis.
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