Michael Pascale ha protagonizado una de esas historias que muestran lo peor y lo mejor de los humanos. Porque este policía de Nueva York fue quien vio a un joven perro atado a una valla, un can al que alguien había abandonado en un día invernal de lluvia y bajas temperaturas... Y gracias a Pascale este Pit Bull, que solo sabía mirar con ojos grandes para pedir ayuda, encontró a sus humanos de verdad.
Joey seguramente no sabe la suerte que ha tenido pero lo que este perro no duda es que ahora es feliz. Es querido y tiene a quien querer.
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También en España hay quien protagoniza historias así de bellas, como Juan Gancedo, un Policía y rescatista animal en serie, un hombre que se desvive desde hace años de manera cotidiana por ayudar a los que no tienen voz.
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