Un mes, un mes es lo que tarda de media un animal en ser adoptado tras entrar en Battersea ¡Ojalá fuera así de veloz el proceso en España! En Battersea ofrecen consejos sobre educación y comportamiento a sus adoptantes de por viday también se esfuerzan por lograr crear parejas perfectas entre humanos y perros, para evitar las adopciones fallidas. Seguro que os interesa conocer algo más sobre esta gran protectora que lleva ayudando a los animales de Londres y posteriormente también de otras ciudades inglesas desde 1860. Han abierto sus puertas a dos periodistas muy especiales y particularmente guapas, por cierto.
Peanut, la perra, y Misty la gata son las encargados de mostrarnos a todos cómo es la vida en Battersea, una protectora que anualmente ayuda a más de 7000 canes y mininos.
Esta pareja de plumillas nos muestra cuál es el protocolo que se sigue cuando llega un nuevo inquilino y después, cómo se vive (y juega, y come, y disfruta) en el interior de Battersea.
Lo primero, un chequeo veterinario. Sí, también para estos avezados periodistas :-) Después hay entrenamientos -todos los perros en Battersea aprenden a sentarse y a andar con correa- e incluso, cuando hay alguna adopción especial, de algún animal que lleva mucho tiempo en la prote, una fiesta de despedida.
Es muy probable que las instalaciones que tienen en Battersea hagan suspirar de envidia a muchos voluntarios y a cualquiera que trabaje en alguna protectora en España.
Historias de perros y gatos que tienen una segunda oportunidad, adopciones responsables y muchas personas que se desviven para conseguir que todos estos animales estén bien, estén a gusto y, sobre todo, listos para encontrar un nuevo hogar cuanto antes.
Si estás pensando en compartir tu vida con un perro, plantéate adoptar: hay cientos, miles de canes de todas las edades y tamaños esperando en las protectoras de toda España. Son igual de guapos y estupendos que un perro que puedas comprar pero si adoptas salvas dos vidas, la del can que desde entonces pasará a formar parte de tu familia y la del animal que podrá ocupar su sitio en la protectora.
