Home for Life, Un hogar de por vida: así se llama este santuario tan especial y maravilloso en Wisconsin. Cuando un perro llega a este lugar sabe que ha encontrado su casa, nunca más tendrá que preocuparse porque allí recibe cariño y cuidados todos los días. Además, tratan de que la empatía sea contagiosa a través de proyectos en los que ciertos canes muestran lo mucho que les queda por vivir, por hacer y por compartir. Ejercen como perros de terapia para ayudar a personas que, como ellos, también han sentido el rechazo.
Estos dos vídeos son un chute de esperanza, una buena dosis de confianza en lo que el ser humano puede hacer por los animales cuando se lo propone.
La energía de todos estos perros es contagiosa, esperemos que también lo sea la labor de los humanos que lo hacen posible.
Qué maravilla que existan lugares así en el mundo, santuarios donde cuidan de aquellos perros (y gatos) que la mayoría prefiere ignorar y rechazar: los que tienen necesidades especiales, problemas físicos y de movilidad...
¿Cómo lo pasan? Mirad y disfrutad con ellos.
PD: Y otro vídeo más en el que descubrir cómo es Home for Life y el trabajo de algunos canes comio terapeutas excepcionales. A ver si, efectivamente, es contagioso :-)
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