Los expertos no se ponen de acuerdo en la razón por la que algunos perros aúllan al escuchar las sirenas de los bomberos o la policía. Es una forma de comunicarse sí, podría ser algo atávico, instintivo, relacionado con sus ancestros, los lobos; podría ser que el sonido de la sirena es, en el fino oído perruno, excesivo y doloroso, o mucho más probable, que el tono es similar a un aullido real, pero no está claro si es porque lo asocian con el aviso de algún peligro o si sencillamente ese tipo de sonido les invita a unirse al coro, por así decir. No hay una explicación única, algo que a los perros no parece importar: ellos siguen aullando.
Normalmente cuando hablamos de perros y bomberos es por alguna historia milagrosa en la que los bomberos han logrado rescatar a algún can. O por esos calendarios solidarios que protagonizan bomberos ligeros de ropa con canes que buscan un nuevo hogar. Pero hoy no, hoy la historia es diferente.
El prota es Maddox, un perro de asistencia de lo más lindo. En sus ratos libres tiene una afición que comparte con muchos otros canes aquí y allá: le fascinan las sirenas de los bomberos y cada vez que escucha una él se pone a aullar al mismo tiempo.
Así que por su cumpleaños alguien tuvo la idea de regalarle una visita al parque de los bomberos. Y esto fue lo que sucedió...
Es dudoso que aúlle por dolor, desde luego, parece que se lo pasa en grande.