Muchas personas querrían, sin duda, saber lo que piensa o siente su perro. Y muchas otras serían extra felices si pudieran llevar sueltos a sus canes sabiendo que no se meterán en ningún sitio peligroso o que volverán a su lado con solo desearlo.
En ambos casos esto es algo que se puede lograr, con más o menos tiempo, siempre que invirtamos un cierto esfuerzo en trabajar ambas cuestiones, en entender cómo se comunican nuestros perros y escuchar lo que nos dicen con su propio lenguaje, en enseñar a los canes que pueden confiar en nosotras porque somos su familia.
Así podremos pasear con seguridad y en libertad en entornos donde esté permitido y así entenderemos lo que nos dicen cuando se comuniquen con los humanos.
Lo que es más dudoso es que un gadget vaya a lograr -por supuesto sin ningún esfuerzo por nuestra parte y sin hacer daño a nuestros perros- ninguna de las dos cuestiones.
Pero es, justamente, lo que se está anunciando -y, lo que es peor, compartiendo desde medios generalistas en España, como si fuera algo perfectamente razonable y viable.
"Despierta al humano interior que hay en tu perro", dice el lema de este collar que parece que costará en torno a 500 dólares.
Ambos detallitos deberían ya dejar claro que este gadget que, en teoría, utiliza la IA para milagrosamente traducir lo que los perros piensan o sienten a lenguaje humano es, cuando menos, poco creíble.
Es mitad broma mitad gadget tecnológico a un precio bastante poco irrisorio pero, en cualquier caso, convierte a los perros en marionetas parlantes.
Ya hay cientos (miles probablemente) de personas interesadas, claro, aunque aún solo sea un prototipo y ni siquiera esté claro cómo funciona. Porque solo dicen que "Shazam utiliza el aprendizaje automático para comprender las emociones, los movimientos y los sonidos de tu perro o gato".
Los perros son perros, no humanos disfrazados de perros. La IA no puede traducir lo que piensa y siente tu perro igual que no puede traducir lo que sientes tú.
El siguiente gadget milagroso no se trata -pese a lo que ha publicado recientemente La Vanguardia y algún que otro medio en España- de una "correa virtual que actúa de manera sorprendente" para dar por terminados los enredos cuando paseas con tu can.
El sistema tras esta nueva idea, Heel Roam 350, lo que hace es, esencialmente, lo mismo que los collares de castigo, los que funcionan con descargas eléctricas y que pueden crear una valla virtual en torno a un espacio concreto.
Cuando tu perro supera la distancia que has marcado como segura pues nada, zas, le pega una descarga. La diferencia es que aquí la zona segura es entorno a ti, no es un espacio fijo.
Esto es algo quesolo muestra a tu perro que no puede fiarse de ti y que debe tener miedo a aquello que esté delante de él o ella cuando sufre esa descarga (sea un niño pequeño o una carretera). Es un tipo de collar que está pohibido, por cierto, por la Ley de Bienestar Animal para todos los canes menos, qué se le va a hacer, los de caza o trabajo.
No es un ayudante milagroso, es un peligro y si tu perro pudiera comunicarse contigo utilizando el primer gadget de antes te diría alto y claro que no, que por favor no lo uses.
Si quieres que tu perro pueda ir suelto contigo sin temer por su seguridad, lo ideal sería que trabajes la llamada o que fortalezcas el vínculo con tu can, algo que se logra sin castigos y sin descargas.
Si sabe que puede olfatear a su aire y luego volver a tu lado, lo normal es que sea eso exactamente lo que haga.
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