Una "cadena perpetua" que se ha roto gracias a que una persona no miró hacia otro lado, gracias a que los voluntarios de una protectora lucharon contra ese caso de maltrato con todas sus fuerzas. Esta es la historia de Poni, tal y como la han contado desde la protectora APADAN, una asociación que se ocupa de ayudar a los perros abandonados en Culleredo, A Coruña, donde tienen un refugio en el que cuidan de unos 120 canes. Es una historia llamativa por muchas razones,porque las personas que mantenían permanentemente atado al perro, sin apenas comida decían que sí que lo cuidaban pero que el perro era “así”, porque el veterinario que envió la Xunta firmó un informe afirmando que el animal no sufría... Porque esta es una realidad demasiado cotidiana -la de los perros permanentemente atados- que, como veréis, se puede cambiar.Y, sobre todo, porque en este caso es una historia feliz, el cambiazo que dio Poni en pocos meses es brutal, pese a estar en un entorno que a algunos canes les resulta árido, el de los cheniles de una protectora.
"En febrero de 2018 la protectora de animales APADAN denuncia un caso de maltrato animal en Oza-Cesuras (Galicia).
Un perro malvivía solo en una finca, encadenado, sin cobijo, y en condiciones higienico-sanitarias deplorables.
Así empieza la historia de Poni, muchos ya la conocéis, pero hoy queremos dejaros este vídeo en el que contamos no sólo el inicio, sino también su final. Un final feliz que empieza con una persona particular que tuvo el valor de poner el caso en conocimiento de una protectora de animales.
El camino hasta aquí no fue nada fácil,lloramos muchas veces de impotencia, de indignación y de rabia... pero también de alegría cuando por fin pudimos sacarlo de aquel horror.
Jamás olvidaremos el día que fuimos a recogerlo y conocimos a aquellos dueños que justificaban la situación con excusas baratas. Decían que el perro no estaba enfermo, que "era así", y no entendían por qué los habíamos denunciado porque creían que Poni estaba bien atendido.
No lo olvidéis nunca, por muy difícil que nos lo pongan, las personas unidas por una causa común podemos hacer mucho.
Lo decíamos el otro día: ¡¡a los políticos les importa muy poco el sufrimiento animal!!
Queda muy bien sobre el papel, pero a la hora de la verdad, somos nosotros, la ciudadanía, la que lucha por hacer este mundo un poco más justo. Así que la próxima vez que te encuentres con una situación de maltrato, no te calles, busca ayuda si no sabes qué hacer, ¡¡pero denuncia!!"
Estos son los consejos que ofrecen en la protectora para que sepamos qué hacer ante un caso de maltrato.
Compartimos también el último caso que han publicado en su Facebook: otra transformación feliz fruto no tanto del maltrato voluntario como del involuntario, posiblemente por desconocimiento... Pero el resultado a veces sea muy similar dado que impacta negativamente sobre la calidad de vida de los canes.
Rubia y Tula ahora están llenas de energía y con ganas de encontrar una familia que las quiera. Pero cuando llegaron a APADAN ambas parecían dos "abuelas" obesas que casi no podían moverse, todo les daba miedo... Demasiada comida, poco ejercicio, nula socialización... Pero ya véis cómo están ahora. A ver si pronto tienen suerte y encuentran un buen hogar.
