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¿Un café donde "viven" siete Carlinos? Existe... está en Londres y lo puedes visitar con tu perro también

¿Un café donde

Última actualización del articulo el día 27/11/2022

Si tu perro es un Pug y visitas el CuppaPug, el café creado por tres fanáticos de esta raza, tendrás un descuento del 50% pero además, podrás conocer a los otros siete Carlinos que están ahí, perros que, explican, fueron adoptados siendo cachorrotes y han crecido juntos.

Si tu perro no es un Carlino, también puedes visitar este peculiar lugar en su compañía, claro. Y si no tienes perro pero te encantan los Pugs, pues igualmente, aquí prometen que estarás en la gloria carlina.

Este espacio tan... Carlino, está en Londres, lleva pocos meses abierto y se está convirtiendo en un imán para toda la comunidad de personas que conviven con un perrete de esta raza.

En la carta ofrecen cafés, tés y pasteles inspirados, cómo no, en los Pugs.

Gaston, Bruce, Bowser, Beau, Gizmo, Bebe y Baloo juegan, duermen, interactúan con los visitantes a su ritmo en un entorno rosa, decorado con retratos de Carlinos, que ha sido diseñado pensando en ellos: el lema del CuppaPug es"el bienestar de los pugs primero, el café después"

Todos ellos se van a casa una vez que el CuppaPug cierra sus puertas, no es que vivan todo el día en el café, ahí solo pasan las horas en las que el establecimiento está abierto.

 

Los impulsores del CuppaPug se han asociado con The National Pug Protection Trust para recaudar fondos que ayuden a otros perros de esta raza y para fomentar las adopciones de Pugs que buscan un hogar.

Reservar una plaza para pasar una hora en compañía de los perros cuesta 12 libras (unos 14 euros) y parte de ese dinero se destina, a causas solidarias en colaboración con la National Pug Protection Trust.

 

"Nuestra misión es ser una influencia positiva para que los clientes opten por adoptar en lugar de comprar cachorros", explican y, en paralelo, tratan de informar sobre las características de la raza y de dar visibilidad a un mensaje de crianza responsable.

Lo cierto es que pocas razas caninas generan tanta devoción como los Carlinos.

Incluso hay estudios que han demostrado que las personas que conviven con un Pug no dudarían en volver a tener otro perro de esta raza pese a los problemas de salud que sufren demasiados de ellos -debido a que se cría seleccionando características extremas, pensando en la estética en vez de en la salud, y los carlinos tienen una cara cada vez más chata y les cueste cada vez más respirar.

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