"My dog eats first" (Mi perro come antes que yo) es una organización que se ocupa de dar de comer y facilitar cuidados veterinarios a los perros de personas sin hogar o sin recursos en Louisville, Kentucky. Y ellos han sido los protagonistas de una "broma" con mucho corazón, un gesto que ha cambiado la vida de un hombre enfermo terminal y su perro, y de muchas otras personas. Una historia que te deja llorando a moco tendido.
No es la primera vez que el programa Prank it Forward tiene un gesto perruna y humanamente emocionante pero en esta ocasión se han superado.
Para una persona que vive en la calle su perro es infinitamente importante y verse obligados a tener que entregarlo en una protectora (cuando tiene algún problema grave de salud o cuando no tienen cómo darle de comer o, cómo en el caso del protagonista de esta historia, cuando es el humano el que está enfermo y debe ingresar en un hospital) es el último recurso, una decisión devastadora.
En EEUU, igual que en España, la gran mayoría de los refugios para personas sin hogar no permiten animales por lo que mucha gente opta por dormir fuera algo que en invierno es brutal para ambos... Por eso, la labor de organizaciones como "My Dog Eats Frst" es tan crucial.
La "broma", como veréis en el vídeo, es doble. A Beth Green, la responsable de My Dog Eats First, le contaron que estaban haciendo un documental sobre los sin techo y sus animales.
Entonces conocen el caso de Ricky, un hombre al que le han diagnosticado un cáncer terminal. Él convive en la calle con su perro Buddy, que tiene 12 años. Un can al que acogió siendo un cachorro, un perro con el que lleva toda su vida y que es su vida.
Ricky decide dejar el hospital, contra la opinión de los médicos, para poder pasar el poco tiempo que le queda en compañía de su perro.
Entonces Beth y My Dog Eats First pudieron buscarle un alojamiento pet friendly por unod días pero no podían hacer mucho más por él, no tienen los fondos para ello. Y aquí es donde Prank it Forward entró en acción, financiando un piso para Ricky y Buddy. Lo podéis ver en el vídeo... ¡ojalá gestos así pudieran ser más comunes!Ojalá.
¿La segunda parte de la "broma"? También lo veréis en el vídeo: cuando los voluntarios y la responsable de My Dog Eats First piensan que van a ver una proyección del presunto documental se encuentran con un regalo fabuloso: un año de comida para los animales de los sin techo a los que ellos ayudan y otros productos.
Ricky murió pasados unos meses pero al menos pudo pasar todo su tiempo junto a su perro que ahora está bien cuidado gracias a My Dog Eats First.
Ellos le organizaron también un funeral, para celebrar su vida.