Un gran susto con final feliz: un Boeing 787 de Avianca que había despegado de Madrid con destino a Bogotá tuvo que dar media vuelta y volver a Barajas porque se detectó un fallo en la calefacción de la bodega donde viajaban varios perros.
Avianca, como la gran mayoría de líneas aéreas, tiene un límite de peso por el que solo los canes de menos de 10kg pueden ir con sus familias en la cabina, el resto -ahora también incluyendo los perros de soporte emocional- han de ir obligatoriamente en bodega. Este es un cambio de normativa reciente, como recuerdan desde la compañía.
Los viajes en bodega, dentro de un transportín y a oscuras normalmente son un estrés para los perros por el entorno los ruidos, etc. Por eso mismo las grandes protectoras en EEUU, por ejemplo, los desaconsejan salvo que sea algo indispensable. Y, evidentemente, a veces es la única alternativa...
En este caso las alertas han sido eficaces y se ha evitado un verdadero drama dado que sin calefacción esos perros no habrían podido sobrevivir.
Por eso se tomó esta decisión de dar la vuelta y regresar a Barajas.
Aquí podéis ver cómo comunicaron la noticia a las personas que iban en el avión y cómo se fue soltando el combustible (algo que es imprescindible para rebajar el peso y poder aterrizar con seguridad).
Posteriormente, también desde Controladores Aéreos, confirmaron que los canes estaban bien: "fueron atendidos por veterinarios de Sanidad Exterior. Excelente coordinación del Ejecutivo de Servicio @aena @Iberia Handling y TOAM para facilitar la atención de los animales. Están sanos y salvos en la Terminal de Carga. #Trabajoenequipo"
Muchos han comentado lo todos deseamos que suceda: que las líneas aéreas permitan a perros de cualquier tamaño viajar en cabina,la misma reivindicación que impulsa la plataforma de FlyTogether desde hace ya un par de años.
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