Los perros que tienen humanos aventureros ven el mundo de otra manera, en este caso literalmente. No hace falta ser un gran perro capaz de escalar montañas, como el bello Loki, aquí los protas son Gizmo y Butters,dos guapos Shih Tzu que viven en Alaska y parecen disfrutar como locos en la naturaleza. Son los canes de Chris Reynolds, un piloto de parapente al que, como a todos los humanos perrunos, disfruta aún más cuando puede hacerlo en compañía canina así que se le ocurrió "invitar" a la pareja a volar con él.
Como veréis en el vídeo, les ha customizado una especie de transportín-cuna donde van tranquilos y protegidos, observando el paisaje junto a su humano.
No es la primera vez que vuelan así: una vez que Reynolds comprobó que les gustaba, se los lleva con él de cuando en cuando.
Un comentario de esos de perogrullo y de sentido común: como toda actividad que uno quiera llevar a cabo junto a un perro hay que tener siempre en cuenta su seguridad y su bienestar. No todos están tranquilos en un barco o en un parapente, no todos están hechos para correr por la nieve o hacer trekking.
Si se les enseña poco a poco para ver si les gusta, si pueden estar junto al humano en el que confían, entonces es más probable que disfruten del plan.
Pero no es para todos y nunca habría que forzar a un perro a hacer algo así.
