Ya ha entrado en vigor la normativa que afecta a los perros de raza Bully XL en el Reino Unido. "Es un requisito legal que todos los perros XL Bully vayan atados y con bozal cuando estén en público. También es ilegal criar, vender, publicitar, regalar, intercambiar, abandonar o dejar que los perros XL Bully se extravíen.
Todas las personas que tengan un XL Bully deben solicitar el registro de sus perros antes del 1 de febrero, no hacerlo supondrá un delito penal. ¿La alternativa? Matar a su can: "Los propietarios que no quieran quedarse con sus perros después de esta fecha deben llevarlos al veterinario para que los sacrifique." Y es algo que -por chocante que parezca- subvenciona el Gobierno Británico.
Las organizaciones de protección animal se temen una avalancha de sacrificios (algo que ya ha comenzado, aunque aún a pequeña escala)porque los canes que no tengan familia a partir del 1 de febrero ya no tendrían posibilidad de ser adoptados: el Gobierno de Rishi Sunak los habría condenado a muerte, si nada lo impide.
De hecho activistas y los medios han compartido atroces imágenes de un perro Bully XL muerto, mutilado, al que encontraron en las calles de Londres.
Hay aún algo de esperanza. La asociación Don't Ban Me – License Me,que lucha desde hace años por acabar con la legislación en función de la raza de los perros, se ha involucrado para intentar paralizar las nuevas normativas: solicitaron una orden judicial para suspender la prohibición pero no tuvieron éxito.
Lo que sí han conseguido es que se apruebe una audiencia de revisión judicial en enero, algo que, en teoría, podría detener o cambiar las nuevas reglas que han entrado en vigor.
En paralelo también se ha conseguido otro avance crucial: se ha paralizado temporalmente la posibilidad de que los perros que están en protectoras puedan ser incautados para ser sacrificados.
Entre tanto, decenas de perros han sido trasladados a Escocia, puesto que ahí no se aplica la nueva normativa, el Gobierno escocés ha decidido que era prematura y no la van a poner en práctica.
Hay quien se plantea, directamente, mudarse junto a sus canes. Y este hombre, Sammy Wilkinson, se ha hecho famoso en medio mundo porque ha pasado los días y noches previos a fin de año salvando a una treintena de Bullys XL, conduciendo día y noche para llevarlos de Inglaterra a Escocia.
La prohibición de los Bully XL tampoco se aplica en Irlanda del Norte, solo en Inglaterra y Gales (por el momento)
Este rescatista animal sigue decidido a ayudar como sea a evitar que los Bully XL sean sacrificados: por eso han organizado una recaudación de fondos, vía Go Fund Me y ya han conseguido más de 11.000 libras en pocos días, demostrando la gran preocupación de miles de personas en el Reino Unido ante la llegada de una normativa tan drástica y tan mal planteada.
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