El Congreso de los Diputados ha admitido a trámite, con apoyo unánime de todos los grupos parlamentarios, una proposición de ley para cambiar el régimen jurídico de los animales para que dejen de ser considerados como cosas. La reforma tiene el objetivo de asentar este principio en el Código Civil, modificar la Ley Hipotecaria, para impedir que se extienda la hipoteca a los animales; y la Ley de Enjuiciamiento Civil, para declarar inembargables a los animales. En la práctica, esto se traducirápor ejemplo en que se tendrá en cuenta el bienestar del perro o gato en caso de un divorcio o que será imposible embargar a un animal en caso de que su dueño tenga deudas. Y, cuando entre en vigor -previsiblemente en junio de 2018,los canes ya no podrían ser considerados bultos en los transportes públicos. Este importante paso ha sido posible, en gran medida, gracias a la campaña impulsada desde Fundación Affinity y el Observatorio Justicia y Defensa Animal.
Y es, qué duda cabe, un paso clave pero... sí, hay unos cuantos peros también importantes, como destacan desde Tiendanimal, una de las mayores tiendas de productos para animales de compañía en España, también responsable de fomentar las adopciones de más de 3000 perros y gatos en 2016:
"Queda mucho camino por recorrer en este sentido: ya no sólo es necesario endurecer las medidas contra abandonos, sino sobre todo en el tema de maltratos. También hay que apuntar que esta modificación legislativa no recoge las peticiones de las asociaciones de vigilar más de cerca la cría de animales de forma indiscriminada, su uso en espectáculos y la forma de explotación de los mismos en granjas".
Y no son los únicos, evidentemente, que aún alegrándose del comienzo de la tramitación de ese cambio jurídico, recuerdan lo que aún queda por hacer en España para lograr el bienestar de tantos animales.
