Estos canes, entrenados mediante el juego y el olfato, son mucho más ágiles, ligeros y rápidos que sus guías humanosy, sobre todo, su capacidad olfativa es infinitamente mayor por lo que son capaces de detectar un rastro humano a 500 metros de distancia, tras montañas de escombros o bajo la nieve.
Lo hemos comprobado en incontables ocasiones y tras devastadores tragedias como el terremoto de Turquía, la labor que desempeñan los perros de búsqueda y rescate es impresionante. Y el fuerte vínculo entre canes y guías imprescindible para que ambos puedan trabajar juntos, dando al perro independencia y autonomía.
En este espectacular vídeo podemos ver en acción a varios canes de la Asociación de Perros de Búsqueda de British Columbia, BCSDA.
Voluntarios humanos y perros a los que entrenan para trabajar pata a mano localizan a personas que se extravían en zonas de montaña o en la naturaleza.
Si queréis saber más sobre cómo entrenan y viven estos canes os recomendamos escuchar la entrevista con la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros: