Proteo nació en junio de 2013 y entrenó desde cachorro para convertirse en perro de búsqueda y rescate. A lo largo de su carrera, no solo colaboró con sus guías en México sino también en el extranjero: en Guatemala, Ecuador y también en Turquía, donde ha muerto, tras lograr localizar con vida a dos personas, un hombre y una mujer de avanzada edad que estaban bajo los escombros.
En Turquía, explican desde la Secretaria de Defensa Nacional de México, Proteo colaboró en el rescate de dos personas con vida, una mujer y un hombre ancianos. Y, en toda su carrera como perro rescatista, fueron 22 personas rescatadas con vida y 37 cuerpos recuperados.
Muchos fueron los que le pidieron al ejército que no abandonara a Proteo cuando se supo que había muerto y no lo han hecho. Este ha sido el solemne homenaje que se ha rendido a este perro a su llegada a México.
Lo que, sin embargo, sí ha generado críticas es la causa de su muerte que no fue, como se dijo al principio, un derrumbe: se debió a las condiciones climatológicas, al frío, y a su edad... algo que para muchas personas podría haberse evitado si Proteo se hubiera jubilado antes.
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