Es literalmente imposible no sonreír al ver las fotos de Smiley -Sonriente-, todas ellas obra de Stacey Morrison de Happy Tails Photography. Esta belleza de Golden Retriever nació sin ojos en un puppy mill, en una de esas espantosas granjas de cachorros donde se crían canes indiscriminadamente para sacar el máximo provecho vendiéndolos en tiendas.
Smiley tiene 10 años pero sigue teniendo aire de cachorrote.
Cuando tenía entre uno y dos años Joanne George adoptó y salvó a Smiley. Y entonces le aconsejaron la cirugía para cerrar las cuencas de sus ojos porque el can sufría todo tipo de infecciones y dolores.
De hecho, el perro casi fue sacrificado porque también decían que su calidad de vida sería pésima pero Joanne estaba convencida de que no sería así y se ocupó justamente de darle una segunda oportunidad. Joanne es educadora canina así que forman un equipo perfecto.
Ahora Smiley es un perro de terapia y ayuda con su constante buena disposición y ánimo tanto a adultos como a niños. Visita centros de discapacitados, residencias de ancianos...
Según explican en My Modern Met, donde encontré su historia, Smiley ha logrado generar sonrisas e incluso risas en personas que nunca antes habían expresado esta emoción. Y también ha ayudado considerablemente a niños con autismo.
Podéis ver más fotos del gran Smiley aquí, en el blog de Happy Tails Photography