Es un consejo que funciona a muchos niveles: los perros nos enseñan a disfrutar, fomentan los paseos, las risas compartidas, alejan la soledad y nos acercan a su felicidad.
Los perros viven en el momento y transmiten valores, como la lealtad, que nos harían mejores humanos si los incorporáramos con más frecuencia en nuestras vidas.
Los perros consiguen que cualquier adulto pueda ser algo más niño, ellos mantienen siempre intactas las ganas de jugar y de descubrir cosas nuevas. Los perros no juzgan...
Los canes no saben de discriminaciones, más bien al contrario ellos son, con cada vez más frecuencia, los que logran ser el mayor apoyo para personas que puedan tener problemas de salud mental. Efectivamente, los perros no juzgan.
¿Por qué ser más perros? en este caso tiene aún más sentido el mensaje: en Proyecto Suma, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es brindar tratamiento e integrar social, laboral o familiarmente a las personas con sufrimiento mental, lo tienen claro.
Un mensaje diferente pero igual de pertinente es el que comparten desde la protectora británica Dogs Trust también para hablar de salud mental desde una perspectiva canina, porque ellos también pueden ser maestros de vida en esto: ¡Quiérete como quieres a tu perro!
Y aquí ni siquiera hablamos de perros de intervención asistida, canes que son entrenados especialmente para echar una pata a personas que lo necesitan, incluyendo en el ámbito de la salud mental. ¡Hay que ver el inmenso trabajo que realizan estos canes en todo el mundo!
Si queréis saber más sobre su labor, nuestros amigos de Dogtor Animal nos han ido explicando diversas facetas en la vida de un perro de terapia o intervención asistida:
Un perro de terapia ¿nace o se hace?
¿Qué es, exactamente, un perro de terapia?
¿Es la raza lo más importante a la hora de formar o elegir a un perro de terapia?
¿Qué cuidados especiales recibe un perro de terapia?
¿Qué personas se pueden beneficiar de las Terapias Asistidas con Animales?
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