Si todos practicáramos la filosofía perruna un poquito cada día seguramente habría más sonrisas hasta en el Metro en hora punta. Y es que los canes tienen una gran capacidad para disfrutar, siempre. Ellos aprovechan el momento y además contagian una alegría imbatible.
La espectacular carrera de este can en la playa es épica... Es la imagen de la felicidad en estado puro. ¿Cómo no nos va a apetecer ir a la playa con nuestros perros si ellos disfrutan así...?
No os perdáis el final del vídeo :-)
Hablando de carreras y de playa, ¿os acordáis de Walter? Este labrador nos ha hecho disfrutar a todos, vicariamente y como locos, del camino hacia el agua en un día de verano.
Su trote, sus orejillas al viento, ese salto al agua... todo transmite felicidad en este vídeo.
Tía también es de las que se vuelven loquitas cuando pisa una playa. Y disfruta, vaya si disfruta :-)
Y si no hay playa, también vale un campo de trigo. Este vídeo es un clásico contagiosamente feliz. Cualquier paseo así hace que se disipen todas las penas.
Claro que si no hay trigo pero hay flores... igual da, Tía lo sabe.
El viento veloz en la cara... otro momento que los canes disfrutan de lo lindo, sobre todo si puede ser junto a su humano. Lo vimos hace poco en versión esquí y aquí tenemos a una Bóxer que es candidata a ser buena amiga de Duke, el perro motero.
En el desierto de Utah, disfruta como nadie junto a su humano.
¡A ver si su energía positiva se nos contagia a todos! Que este fin de semana no es un fin de semana cualquiera... tampoco para los perros. Nos jugamos mucho en las elecciones.