La ciudad brasileña de São Paulo cuenta con cuatro hospitales veterinarios públicos ubicados en las zonas este, norte, sur y oeste para brindar atención clínica y quirúrgica a perros y gatos.
Todos estos hospitales veterinarios ofrecen consultas gratuitas, cirugías, pruebas de laboratorio, medicamentos y servicios de hospitalización para animales.
Y sí, por si a alguien le surgen dudas: son hospitales veterinarios públicos, es decir, financiados con dinero público de las arcas municipales en este caso.
Aunque no es la única ciudad de América Latina donde existe un servicio así, sí fueron los pioneros y por eso mismo São Paulo obtuvo un merecidísimo premio en 2019 como “Ciudad Amiga de los Animales”, en la primera edición de estos importantes galardones que que celebran las mejores políticas públicas para perros y gatos en las ciudades de América Latina.
El primer hospital público veterinario de São Paulo fue inaugurado en 2012, en el barrio de Tatuapé. En los últimos cinco años, según datos oficiales, se ha ocupado de más de 49 mil consultas.
El segundo centro, abierto desde 2020, ubicado en la colonia Casa Verde, maneja aproximadamente 2.750 citas mensuales. El tercero se ocupa de unas 60.000 anuales.
La unidad más reciente está en el barrio Butantã y funciona desde junio de 2022 con capacidad para realizar alrededor de 3.500 consultas por mes.
De lunes a viernes, de 7 a 17 horas, en estos centros se atienden todos los casos urgentes y de emergencia.
También se realizan servicios de baja y mediana complejidad, según el orden de llegada.
Hay consultas de seguimiento, cirugías (incluidas las programadas), tratamientos ambulatorios, exámenes y hospitalizaciones, además de consultas en siete especialidades: oftalmología, cardiología, endocrinología, neurología, oncología, ortopedia y odontología.
Impresionante y verdaderamente útil, este tipo de políticas públicas son clave para evitar abandonos y fomentar la tenencia responsable.
En épocas de crisis, pero en general todos los años, las razones económicas están entre las causas más frecuentes que citan las familias a la hora de entregar a sus perros en protectoras o perreras. No solo eso, también se suelen reducir las visitas al veterinario por razones económicas y eso se traduce en una peor calidad de vida para los perros.
Aquí podéis ver cómo funciona en la práctica uno de los hospitales veterinarios de São Paulo, cómo atienden las emergencias, por atropellos, envenenamientos y otros sucesos dramáticos: son 10.000 citas al mes.
En otras ciudades de América Latina hay también hospitáles veterinarios públicos: el de la capital de México, por ejemplo, ofrece servicios gratuitos o a precios muy reducidos.
Es algo que en Europa no existe: por el momento se ha planteado en Roma, ciudad cuyas autoridades municipales recientemente anunciaron la creación del primer hospital veterinario público.
En el Reino Unido también hay iniciativas muy interesantes en este sentido, como StreetVets, que ofrecen atención veterinaria gratuita a personas sin hogar.
Y, sobre todo, PDSA: la principal organización benéfica de veterinarios, con 48 hospitales pen los que cada año ofrecen unos 1,8 millones de tratamientos, incluidos 440 000 tratamientos preventivos. No son hospitales públicos pero sí ofrecen, en la medida de lo posible, tratamientos gratuitos a personas sin recursos.
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