Ricochet iba para perra de asistencia hasta que su instinto se interpuso en el camino: era demasiado alocada, le gustaba demasiado perseguir pájaros como para convertirse en los ojos de alguna persona ciega o en el apoyo de alguien con discapacidad. Pero lo que estaba claro es que a Ricochet le encantaba la gente y su humana pensó que su camino en la vida podría ser otro...
Y así ha sido. Ricochet ha ayudado a decenas de personas y ha inspirado a cientos porque se convirtió en una perra surfera con una misión: devolver la confianza a los humanos.
Es una perra de terapia muy especial:
El poder sanador del océano y el poder sanador de un perro unidos, esa es la gran fuerza de esta gran perra.
Richochet vive con Cori, otra perra muy especial que ayuda a niños con autismo a través de clases de natación pensadas para ser terapéuticas:
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