Se ha tardado doce días en dar por extinguido el incendio que se originó en Almorox y que ha dejado unas 3000 hectáreas quemadas tras extenderse a Cadalso de los Vidrios, Cenicientos y Las Rozas de Puerto Real. Las protectoras calculan que se ha rescatado a unos 2000 animales. Lo que quizá no se sepa es que en estos días se han producido serios enfrentamientos entre los voluntarios que habían acudido para intentar poner a salvo a los animales y personas de la zona, muchos de ellos cazadores.Este es relato que nos han trasladado dos voluntarios que lo han vivido de primera mano, Rubén y David. Lo compartimos porque las noticias que han ido apareciendo en diversos medios son verdaderamente chocantes dado que se insiste en denunciar que los animalistas han aprovechado los incendios para robar perros que no estaban amenazados por las llamas. Ls propios voluntarios denuncian el estado en el que se han encontrado a muchos animales, y no precisamente por el incendio sino por las condiciones en las que están todo el año.
Este es el relato que nos han hecho llegar David y Rubén:
"El 28 de junio por la tarde saltaron todas las alarmas, se había declarado un fuego en el Pinar de Almorox que se dirigía sin control hacia Cadalso de los Vidrios.
Rápidamente se difundió por redes sociales y grupos de whatsapp: fueron muchos los voluntarios que se desplazaron hacia la zona para ayudar a poner a salvo los animales. En esa zona habitan muchos animales salvajes y existen muchas fincas con animales de granja y animales de compañía.
Desde un punto de encuentro común, los voluntarios iban accediendo a las fincas y rescatando los animales que corrían peligro.Al principio de la noche esa zona fue acotada por Guardia Civil y Policía Local. Los voluntarios no dieron marcha atrás y conseguían acceder a la zona a través de caminos secundarios. Durante esa tarde y noche se ayudó a muchos habitantes de Cadalso de los Vidrios que pedían se les acompañase para poner a salvo esos animales.Se fue poniendo a salvo los animales a los que se podía acceder, había caballos en soportales e incluso se llevo perros a casa de los dueños de las fincas, los mismos lugareños nos iban indicando a que casas había que llevar estos animales.
Fue cayendo la noche y se fue complicando la situación, el fuego estaba cada vez mas cerca. Durante toda la noche se siguió accediendo a la zona de las fincas, incluso trasladando animales de mas de 50kg en brazos entre varios voluntarios durante más de 1 kilómetro.
Cada vez la situación estaba más peligrosa, se transitó por caminos que tenían el fuego a ambos lados, teniendo que cerrar las ventanillas de los vehículos pues los rescoldos caían dentro.
Se comprobó cada animal que se rescató esa noche para ver si estaban identificados, si lo estaban se contactó con los dueños para que pasasen a recogerlos.
Algunos de los que no estaban identificados pudieron ser recuperados, previa implantación del microchip y vacunación obligatorias, por sus dueños gracias a la gente del pueblo.
Durante estos rescates se pudo comprobar el estado en el que se encuentran las fincas en las que estaban alojados sobre todo los perros. Se rescataron perros en extrema delgadez, con heridas y con enfermedades.
Estas localizaciones no cumplen claramente con la Ley 04/2016 de Protección Animal de la Comunidad de Madrid. Además, muchas de ellas eran una trampa mortal para los animales ante una catástrofe como ésta. Incluso había animales encadenados dentro de los cheniles.
Consideramos que la culpa de que estos animales tengan que vivir en esas condiciones es, por supuesto, de los dueños de las fincas, y de las autoridades locales, las cuales presuntamente hacen la vista gorda ante esta grave situación.
El sábado, algunos voluntarios todavía sin dormir, se dedicaron a pasar por zonas ya quemadas con agua para hidratar a los animales que lo necesitasen. Cuando se estaba terminando esta tarea se recibió un aviso que en la zona por la que ya se había pasado se estaba reavivando el fuego. Rápidamente se acudió a esa zona.
La situación fue de autentico riesgo, el fuego estaba literalmente entrando en las fincas. El nerviosismo iba en aumento al comprobar que no se daba abasto para rescatar todos los animales. Los voluntarios hicieron mas de lo que podían, incluso, poniendo en peligro su propia integridad, ya que se rescataron animales en zonas que los bomberos ya habían abandonado debido a la peligrosidad.
Al comienzo de la tarde varios habitantes de Cadalso de los Vidrios avisaron a los voluntarios que se tuviese cuidado con un grupo de personas del pueblo, era gente peligrosa y podía haber problemas con ellos.
Desgraciadamente así fue, estas personas se apropiaron de bebidas destinadas a los voluntarios. La situación se fue tensando, por parte de estas personas, hasta que un voluntario fue agredido cuando regresaba con un perro rescatado en brazos.
Dicha agresión se produjo a escasos metros de Policía Local y Guardia Civil. Estos supuestos agentes de la autoridad estaban parados mientras el voluntario era agredido, posteriormente su deficiente actuación se redujo a coger por el hombro al agresor y llevarlo hacia el grupo de lugareños que estaba provocando los problemas. La realidad es que estos agentes de la localidad no tuvieron ninguna voluntad de realizar correctamente su trabajo. ¡No sois dignos del uniforme que lleváis!
Al comienzo de la noche del sábado se recibe información que el fuego se ha desplazado hacia Rozas de Puerto Real. Hacia allí se desplazan los voluntarios: la carretera estaba a punto de ser cortada, pero Guardia Civil nos permite el paso.
Lo primero que se encuentra en esa carretera es una persona en pijama que pide ayuda para rescatar dos caballos. Una de las voluntarias, conocedora de estos animales, le ayuda mientras el resto de los voluntarios se desplaza hacia otras fincas cercanas. Al no tener transporte para los caballos la voluntaria se ofrece para acompañar a dicha persona a pie por toda la carretera hasta el pueblo. Durante el rescate de los animales de una finca se acerca una persona y comunica que conoce al dueño de la finca. Se le solicita que contacte con él y responde que es que esta en las fiestas del pueblo.
El fuego se aproximaba y la Guardia Civil solicita ayuda para poner a salvo los caballos de una finca cercana. A los pocos minutos, la Guardia Civil nos indica que urgentemente tenemos que abandonar la zona ante la cercanía del fuego.
Al abandonar dicha zona varios lugareños de esta población cruzan sus coches en la salida de un camino, obstaculizando la salida de los voluntarios. Se les solicita que retiren los vehículos pues nos están haciendo perder mucho tiempo, tiempo necesario para poner a salvo los animales. La situación es muy tensa, recibiendo los voluntarios insultos e intentos de agresión.Finalmente aparece un vecino del pueblo que a gritos dice al resto que quiten los coches pues hay que bajar los animales.
Los animales son trasladados a los puntos de encuentro, donde se les presta atención e intenta localizar a los dueños.
El domingo, durante el día, se desarrolla con una calma tensa. El fuego puede reavivarse en cualquier momento. Se establece un punto de atención en Cadalso de los Vidrios, concretamente en el polideportivo.
La sorpresa llega cuando algunos habitantes de esta población se desplazan hasta esta ubicación y comienzan a increpar a los voluntarios que allí estaban. Se sufrieron agresiones e insultos, incluso algunos miembros de Protección Civil insultaron, escupieron y arrojaron objetos a varias voluntarias.
Ante la tensión de la situación se traslada el punto de atención a la localidad de Villa del Prado. Al comienzo de la tarde el fuego avanza hacia Cenicientos y las urbanizaciones de Almorox. Dichas urbanizaciones son desalojadas y sus habitantes trasladados al polideportivo de Villa del Prado.
Varios voluntarios se trasladan hacia dicho polideportivo aprovisionando a estas personas de todo lo necesario para los animales que habían llevado con ellos. Por supuesto, como no podía ser de otra forma, también se ofrece ayuda a dichas personas indicándoles que se esta a su disposición para lo que necesiten. Estas personas hacen publico su malestar porque no se les permite que los animales entren dentro del pabellón, debiendo permanecer en el exterior a altas temperaturas.
Al comienzo de la noche una concejala de esta población de desplaza al polideportivo. Allí comienza con un discurso populista al que no le faltó la pregunta ¿y las personas que? Dicha concejala a gritos quiso tener su momento de gloria. Llego tarde esta autoridad publica pues ya se había prestado ayuda a los animales allí alojados y ofrecido ayuda a las personas que habían tenido que abandonar sus casas. Preocúpese de las reivindicaciones de sus vecinos, los animales que allí estaban son parte de su familia, no son cosas. Si no es capaz de ver esto, tal vez, no sea digna de su cargo.
Durante toda la noche se hacen rondas por las zonas donde estaba el fuego por si era necesario poner a salvo a algún animal.
El lunes el fuego está controlado, pero todavía queda trabajo. Algunos voluntarios siguen prestando ayuda a los animales, sobre todo animales de granja. Con la ayuda de veterinarios se les atiende y se proporciona a los dueños de las fincas medicamentos para los días posteriores.
Han sido días muy duros, días de mucha tensión y lágrimas. La tensión vivida, la impotencia de ver como no se podía acceder a algunas fincas era insoportable. Se han puesto a salvo muchos animales, pero siempre quedara la tristeza de los miles que pueden haber fallecido en esta catástrofe.
La labor de las asociaciones, voluntarios y personal veterinario ha sido digna de admiración. Tal vez, la gente que entorpeció la labor fue porque no quería que se descubriese en qué condiciones tiene a los animales. Había animales gravemente enfermos, y no por el fuego. Seguramente para ellos sea una deshonra que esos “animalistas hijos de puta” rescaten a los animales de sus fincas.
Como era de esperarse han puesto en marcha bulos varios, como que las asociaciones reciben subvenciones por cada animal que rescatan.Bulos que, como no podía ser de otra forma, provienen de rehaleros y lobbies de cazadores. Durante estos días no se ha visto por allí a ninguna asociación de cazadores, pero a partir del lunes ya se ocuparon de hacerse un lavado de imagen atacando a los que realmente habían dado la cara. Vuestra pena se reduce a que durante algunos años no podréis llenar esos montes de sangre.
Y lo que es más grave aún: hemos sabido que los cazadores locales están aprovechando la circunstancia de falta de alimento, para crear lugares conocidos como “cebaderos”, donde vuelcan kilos y kilos de hortalizas frescas con el objetivo de acostumbrar a jabalís, ciervos, y otros animales, a acercarse a esos puntos en concreto para alimentarse. El objetivo está más que claro: colocar puestos de caza en esas ubicaciones, y generar un auténtico genocidio, ahora que los animales no tienen más opción que bajar a comer ahí. Genocidio que aportará a cazadores, legales e ilegales, a realeros, legales e ilegales, y a los Ayuntamientos, de maneras legales e ilegales, una grandísima suma de dinero, por la cantidad de animales que podrán asesinar en esas ubicaciones. Es necesario que se legisle para prohibir que en lugares afectados por incendios forestales y sus alrededores se pueda cazar animales al menos en los años posteriores hasta que se recomponga la zona.
Esperamos que, tras esta catástrofe la Comunidad de Madrid ponga en marcha un protocolo de emergencia para estas situaciones.
No tenemos muchas esperanzas que se haga, pero la esperanza es lo ultimo que se pierde. Si así fuese, consideramos que en la elaboración de ese protocolo deberían estar presentes personas que hayan estado viviendo en persona las dificultades de los rescates en estas situaciones. Pero todos, o casi todos, sabemos que seguramente se reunirán con personas que se han apropiado de la voz de las asociaciones, sin tener en cuenta a muchas que se entregan día a día, y en estos días ha quedado demostrado, en la lucha para dar protección a los animales. No seremos perfectos pero si somos consecuentes que lo que defendemos."