El proyecto "Sleepbus" nació en Australia hace sólo cuatro meses y puede que se extienda a medio mundo pronto. La idea la tuvo un hombre que, años atrás, se quedó sin trabajo y acabó durmiendo en su coche. Simon Rowe pudo salir adelante y ahora está decidido a ayudar a los demás: su proyecto convierte autobuses en refugios móviles con camas, con entre 18 y 22 habitáculos individuales, e incluso espacio para los animales de compañía de las personas sin techo. Sí, ha tenido muy en cuenta la importancia que para ellos tienen sus perros. Y lo ha conseguido a través de una campaña de crowdfunding.
El proyecto SleepBus está en su primera fase, en cuatro meses ha logrado financiación (más de 100.000$ recaudados hasta el momento). El objetivo inicial es tener un par de autobuses funcionando de cara el invierno, que en Australia comienza ahora. Y llegar a crear una flota de 300 SleepBuses recorriendo diferentes puntos del país.
No sólo lograría ofrecer un lugar seguro en el que dormir sino que tendría el aliciente, para muchos sin techo, de poder estar a cobijo junto a sus canes puesto que los autobuses también tienen un área de cheniles (ocho en cada bus), climatizados.
La idea ha llamado la atención de otros países. Según cuenta su fundador, Simon Rowe, le están lloviendo los donativos desde el Reino Unido, EEUU y otros países. También las peticiones: decenas de individuos y organizaciones sin ánimo de lucro creen que sería una excelente idea tener autobuses así en su ciudad.
Además, están en contacto con Pets of the Homeless Australia -otro proyecto inspirador y necesario- para asegurarse que todos los animales que duerman en el SleepBus también tengan comida y cuidados.
También en EEUU una mujer decidió dedicar su vida a ayudar a los sin techo que tienen animales. "Pets of the Homeless" es la organización creada por Genevieve Frederick y su hija en 2008: desde entonces han podido ayudar -con comida o servicios veterinarios de urgencia- a más de 13.000 animales y han entregado más de 421 toneladas de pienso. Una tarea hercúlea y más que necesaria.
Gente que ha perdido su trabajo, su casa... que sólo tienen a su perro o su gato. Y gracias a "Pets of the Homeless"no se ven obligados a tomar la peor decisión, dejar a su can en una perrera o protectora porque ya no pueden cuidar de ellos.
En España el problema es igual de acuciante: los refugios normalmente no aceptan animales (en Zaragoza se está estudiando pero parece que va para largo). Y muchas personas prefieren dormir en la calle antes que dejar solos a sus perros o a sus gatos.
Hace unos meses compartimos la historia de Candela y Pedro. Candela es la perra de este hombre que vive en la calle, en el centro de Madrid. Y Candela se había perdido. No era la primera vez. Aún así, los que le conocen saben que Pedro se desvive por ella. Candela apareció y volvieron a estar juntos. Pero muchos opinaron que debían quitarle a la perra porque no podía ocuparse bien de ella.
Ese es el dilema constante, un tema que recientemente analizó Melisa Tuya en 20 Minutos, merece la pena leer todo el texto:
"Lo de las personas sin techo y los animales es un tema complicado. Una persona sin techo es, ante todo, una persona. Tiene todos los derechos que cualquiera de nosotros, empezando por ser tratados con respeto, pero también tienen las mismas obligaciones para con un animal que esté a su cargo: vacunaciones, buena alimentación, atención veterinaria…
Hay personas que se enternecen cuando ven a un sin techo acompañado por un animal, y la mayoría son perfectamente conscientes y los usan como reclamo. Independientemente de eso, los hay que los cuidan todo lo bien que pueden y prefieren congelarse con sus perros y gatos en la calle que pasar ellos solos a los albergues (ojalá les permitieran entrar con ellos)." (seguir leyendo)