Perros y humanos tenemos ritmos de comunicación diferentes, muestra un nuevo estudio de la Universidad de Ginebra, y las personas, de manera inconsciente, ajustamos nuestro ritmo al hablar con los canes, lo ralentizamos, para mejorar la comunicación.
Además, los perros utilizan tanto el tono emocional de la voz como el significado de ciertos sonidos (palabras que han aprendido) para entender lo que las personas les dicen y responder de forma adecuada.
Este estudio se centra en las diferencias entre el ritmo de vocalización y procesamiento auditivo de los perros y las personas.
Resulta que mientras que los humanos hablan a un ritmo promedio de 4 sílabas por segundo (en el rango theta), los perros vocalizan a un ritmo más lento de aproximadamente 2 vocalizaciones por segundo, lo que está dentro del rango delta.
Este ritmo vocal en perros es constante independientemente del tipo de vocalización o el peso corporal, lo que sugiere que es una característica intrínseca de su sistema de comunicación.
El estudio analizó también cómo perciben los sonidos, descubriendo que los perros siguen los sonidos usando patrones cerebrales más lentos, llamados oscilaciones delta. Esto sugiere que su sistema de comunicación está sincronizado con su propio ritmo vocal natural.
Los perros no procesan el habla humana como nosotros: no dividen el lenguaje en sílabas sino que, para interpretar lo que les decimos, captan tantoel tono de voz (prosodia) como el contenido de las palabras. No entienden las palabras en el sentido lingüístico como nosotros pero sí son capaces de asociar sonidos específicos con acciones o respuestas.
Es decir, los canes usan tanto el tono emocional de la voz como el significado de las palabras que han aprendido para intentar entendernos y responder a lo que les pedimos.
El estudio también mostró que los humanos ajustan su habla al comunicarse con perros. El habla dirigida a perros (DDS) tiene un ritmo más lento que el habla dirigida a adultos (ADS), lo que la acerca al ritmo vocal de los perros.
Este ajuste podría haber sido seleccionado a lo largo de la evolución para mejorar la comunicación entre humanos y perros, dicen los investigadores.
En resumen, el estudio revela que el sistema auditivo y vocal de los perros opera en una ventana temporal distinta a la de los humanos, pero aun así permite que los perros procesen y respondan adecuadamente al habla humana. Además, sugiere que los humanos podrían haber adaptado su ritmo de habla a las capacidades auditivas de los perros, lo que ha facilitado la comunicación entre ambas especies a lo largo de la evolución.
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