Se llama Sherlock y es un "Perro Bombero" en Londres. Bueno, él no apaga fuegos pero se ocupa de investigarlos, El guapo Cocker Spaniel trabaja pata a mano con Paul Osborne, su guía: Sherlock ha sido entrenado para detectar cualquier acelerante que haya causado un fuego. Juntos y ya inseparables -Sherlock es parte de la familia de Osborne- han analizado lo sucedido en cientos de incendios y ahora incluso han publicado un libro juntos... o más bien, un libro sobre su historia juntos. Prometen que hay acción, humor y también muchas muestras de cariño perri-humano en esas páginas :-)
Los perros detectores son una ayuda crucial porque el sistema olfativo de los caninos "es capaz de detectar líquidos inflamables en concentraciones de unos 10 a 40 ppm partes por millón con una exactitud del 90%."
Además, los perros permiten localizar con rapidez -mucha más que si fuera un investigador humano- los posibles focos de un incendio donde haya habido acelerantes de la combustión algo que es "particularmente importante en siniestros de gran extensión o donde la carga de fuego es de tal magnitud que a veces no se puede establecer la ubicación de los focos primarios."
Esta es también la labor de Sherlock, este guapo Cocker Spaniel que ejerce su labor en Londres.
Aquí podéis verle en acción, hace un par de días, en un programa de TV donde han ido a hablar de su libro. Le ponen a prueba escondiendo diversos objetos en el estudio, incluyendo... ¡una cerilla! Ya veréis lo que tarda en localizar cada cosa.
Aquí podéis conocer algo más sobre esta pareja tan bien avenida y en la web de los Bomberos de Londres también explican cómo son entrenados sus perros y la gran labor que hacen.