El gobierno de Quebec acaba de anunciar que dará marcha atrás, tras estudiar la cuestión a fondo finalmente han decidido que no se aprobará la normativa que iba a prohibir a los perros de raza Pit Bull (o a los que tuvieran similar morfología). Y las razones que han ofrecido deberían hacer reflexionar a otros gobiernos, o eso sería lo deseable: no hay ninguna evidencia de que ese tipo de medidas sean eficaces para afrontar el problema de los perros potencialmente peligrosos.
Es lo que en EEUU, UK y Canadá se conoce como Breed Specific Legislation (BSL) y es comparable a la normativa que en España afecta a los PPP, a los Perros Potencialmente Peligrosos: en ambos casos el objetivo es evitar los ataques de perros a otros perros o a los humanos a través del control o directamente de la prohibición de algunas razas caninas, consideradas inherentemente (o potencialmente) violentas y peligrosas. Y es, evidentemente, un tema controvertido.
En Quebec,la misma persona que abogaba por imponer la prohibición de los Pit Bulls es la que ahora ha reculado: el ministro de Seguridad Pública, Martin Coiteux, ha aceptado que no hay datos objetivos que avalen la prohibición. Sí se aprobará una normativa sobre perros agresivos, pero ya no estará anclada específicamente en su raza.
El propio Colegio de Veterinarios de Quebec había emitido un comunicado en contra de la BSL, un texto en el que detallaban los diferentes factores que pueden llevar a un perro a actuar de manera agresiva, proponiendo soluciones mucho más útiles que la prohibición de una raza.
Todo esto llega después de que un panel de expertos estudiara la cuestión a fondo, sus recomendaciones fueron claras: es extremadamente complicado prohibir la tenencia de una raza concreta pero, sobre todo, la raza es un pésimo indicador sobre la agresividad de un perro puesto que hay enormes diferencias en el comportamiento de los canes, sobre todo cuando son mestizos cruzados con cualquier otra raza. En Quebec ha habido seis muertes de personas causadas por perros en treinta años: una causada por un Pit Bull, tres causadas por Huskies y dos por Malamutes.
La decisión que se acaba de hacer pública es importante por muchas razones pero sobre todo porque así se evitará el sacrificio de miles de perros: todos los Pit Bulls que están en las protectoras o perreras de la ciudad.
También en Montreal ha sucedido algo parecido hace unos meses, finalmente se ha dado marcha atrás con respecto a la controvertida decisión de prohibir a todos los Pit Bulls.
Terminamos compartiendo las recomendaciones del Colegio de Vetarinarios de Quebec
"Entre los diversos factores que pueden aumentar el riesgo de que un animal entre en un modo agresivo se encuentran, en particular, el nivel de reactividad del animal, la enfermedad física o mental, los rasgos individuales del animal, la elección de los métodos de educación canina, la agresividad del propietario, la negación de los dueños a los signos de agresión de sus animales, la ignorancia del lenguaje canino por parte de la población y la negligencia o el abuso de los animales. "Aunque estos factores son muy diferentes, muchos de ellos tienen que ver con la relación entre humanos y animales, si queremos minimizar el riesgo de agresión, debemos actuar en ambos lados de la moneda".
Para ellos, las tres medidas clave de cara a aumentar la seguridad pública con respecto a la agresión de los perros son:
La implementación de medidas que permitan un mejor control y una mejor vigilancia de la cría y venta de perros;
La creación de un registro nacional de mascotas, y lo más importante;
El despliegue de una gran campaña de sensibilización y educación pública.