Es muy buena idea asistir a algún curso de primeros auxilios o, como mínimo, pedirle consejo a tu veterinario para saber cómo actuar ante una emergencia y, como nos explicaba la veterinaria Alba Fernández, también es súper importante justamente saber diferenciar lo que es una urgencia que requiere ir al vete de inmediato y lo que no, lo que puede esperar.
Lo que es obvio es que los perros sufren accidentes, se atragantan, se lesionan, se hacen heridas... Y una reacción rápida puede ser la única forma de salvar su vida.
Una recomendación previa y básica: Los expertos recomiendan precaución si un can está herido; si siente dolor el perro más bueno y tranquilo del universo puede morder, incluso mordernos a nosotros, sus personas. Por eso mismo la gran mayoría de manuales sobre primeros auxilios indican que lo primero que hay que hacer, en muchos casos, es colocarle algún tipo de bozal al can.
Y, sobre todo, intentar mantener la calma: si nosotros nos ponemos a gritar o a hacer aspavientos, si nos alteramos mucho, se lo transmitiremos directamente a nuestro perro que lo pasará aún peor.
Lo muestran con ejemplos prácticos en estos dos vídeos, uno de la Clínica Veterinaria Cuatro Patas y otro la Fundación 30 Millones de Amigos.
Lo primero sería abrir la boca para intentar localizar el cuerpo extraño pero no es particularmente fácil y además podemos empeorar la situación si empujamos hacia atrás ese objeto.
Por eso mismo la alternativa más recomendable es tratar de ayudar a nuestro can a expulsar el objeto aprovechando la fuerza de la gravedad: si es un perro pequeño puedeso cogerlo y ponerlo boca abajo, agitándolo levemente. Y si es un perro grande, cogiéndole las patas traseras y levantándolas.
Si esto no funciona entonces se aplica la maniobra de Heimlich: abrazas a tu perro y haces goples secos hacia abajo y hacia arriba a partir de la boca del estómago.
Aquí tenéis más información sobre cómo actuar si un perro de pronto no puede respirar.
Hay otra técnica solo recomendable en caso de obstrucción total de las vías respiratorias, si el perro se ha atragantado y está inconsciente: implica colocar al perro boca arriba de manera que la cabeza y las vías respiratorias queden paralelas al suelo.
Entonces, tal y como hizo esta veterinaria, hay que colocarse a horcajadas sobre el can y palpar hasta encontrar el objeto alojado con los dedos. Hay que poner las manos en forma de diamante y utilizar los pulgares para empujar la pelota hacia abajo y hacia arriba...
Si un perro ha dejado de respirar y no tiene latido cardiaco entonces es cuando debemos aplicar la reanimación cardiopulmonar a un can. Eso sí, hay que tener en cuenta que si el can es muy mayor o tiene heridas graves, entonces podría no ser una alternativa útil.
Lo primero sería comprobar que efectivamente el perro está inconsciente, que no respira y no le late el corazón, como aclaran desde Clínica Veterinaria Cuatro Patas, y a partir de ahí actuar en consecuencia.
A diferencia de los humanos -que deben estar tumbados sobre la espalda-, los perros deben estar echados sobre un lado (el derecho), salvo los braquicéfalos a los que aconsejan tumbar de espaldas.
"Para la mayoría de los perros, las compresiones de pecho se pueden realizar en la parte más ancha del pecho, mientras el animal está acostado de lado. Sin embargo, en algunas razas como los Galgos con los pechos más en forma de quilla, las guías recomiendan empujando hacia abajo cerca de la axila del perro, directamente sobre el corazón", explican con todo detalle en esta clínica veterinaria de Alicante.
Hay un buen número de vídeos en internet que demuestran cómo hay que hacerlo.
Este gráfico también os pueden servir de guía básica. Y un detalle importante: en el caso de los perros el boca a boca se hace soplando en su nariz, no en su boca.
