Pues sí, no es novedad ni rareza: mientras que algunos perros se decantan por las cacas de animales -incluyendo humanos- que puedan encontrar en sus paseos por el campo o por algún parque, hay otros canes que viven en casas donde también hay mininos que se sienten irresistiblemente atraidos por la caca de gato.
Le pasa a este guapérrimo can, Sparky. Y como su dueño es el conocido cocinero Alton Brown, cocinero con un sentido del humor altamente desarrollado, él decidió crear unos premios especiales, unos premios apestosos peeero no tan asquerosos como los que elige su perro, claro. Porque, cuenta en el vídeo, ¡una sesión de besos con restos de caca de gato fue más que suficiente para él!
Así, cuando le vuelva a chupar la oreja, no le entrarán aracadas :-)
Cuenta todo el proceso en este vídeo pero como habla a toda velocidad quizá sea más práctico pasar por su blog porque allí podéis consultar la receta completa.
Para los que prefieran otro tipo de premios, menos apestosos... siempre está la opción de comprarlos ya hechos, en Tiendanimal tienen una selección enorme.
O se puede optar por la versión natural, como las galletas que hacen en Miguitas. Y si te apetece hacerlas en casa hay varios libros con recetas de todo tipo de chuches.