¿Qué hacer y también qué no hacer si somos testigo de un caso de maltrato animal, incluso virtual? Hay que denunciar, siempre, y es importante ser conscientes de la crucial que es hacerlo ante las autoridades y no en redes sociales para no perjudicar una posible investigación, como explicaba Daniel Estrada, policía local de Zaragoza, en el podcast de Derecho y Animales. Y es también lo que recomienda encarecidamente María González Lacabex, abogada especializada en Animales y Medio Ambiente y miembro de INTERcids. Ella ha tenido la amabilidad de responder en detalle a nuestras preguntas para ayudarnos a entender cómo afrontar posibles casos de maltrato animal. Las denuncias son claves: hacer visible el maltrato es el primer paso para perseguirlo y sancionarlo, e incluso en muchos casos, también para legislar sobre él.
En primer lugar conviene recordar que, como delito de los que llamamos “públicos”,la Ley obliga a quien presencie un acto de maltrato animal a ponerlo inmediatamente en conocimiento de las autoridades. No solo es que “podamos” denunciar, sino que “debemos” hacerlo.Estamos cumpliendo con una obligación legal. Cuando hemos tenido conocimiento de los hechos de maltrato animal a través de internet, también debemos denunciarlo.
Ante todo, no responder ni compartir o contribuir a divulgar los hechos, ni denunciar la página a la red social. Lo primero es tratar de guardar todas las pruebas e información posible: vídeos, fotografías y textos, enlaces, perfiles…
Podemos hacer llegar directamente los enlaces y copias de las imágenes a la policía, pero será mucho más eficaz si para descargarlos utilizamos algún sistema que certifique los contenidos de esas páginas, para que puedan ser consideradas pruebas válidas.
Podéis también consultar aquí los consejos que ofrece FAADA al respecto:
A lo que María González Lacabex añade:
Para la presentación de la denuncia, tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional, disponen de la posibilidad de realizar las denuncias de forma electrónica, a través de sus respectivas páginas web.
Una vez hemos tenido conocimiento de los hechos, debemos denunciarlos directamente en la Policía o en el Juzgado. Por lo general divulgarlos no ayudará, sino más bien todo lo contrario, ya que ello puede poner sobre aviso a los presuntos autores y entorpecer la investigación policial.
Cuestión distinta es que, ante un caso repetidamente denunciado, sobre el que la ciudadanía percibe que no está habiendo una suficiente actuación por la administración, se difundan públicamente los hechos, pero únicamente como forma de llamar a la sensibilidad y a la acción. Denuncias como tales, insisto, son las que se interponen en el juzgado o en la comisaría.
La respuesta es la misma en todo caso. Poner los hechos en conocimiento de la autoridad. Dependiendo de la situación, podemos estar ante una infracción administrativa o, en los supuestos más graves, ante un delito.
En los casos que mencionas sobre tenencia de perros en condiciones inadecuadas para ellos, debemos comunicarlos a la Policía Local (o policía que en cada caso actúe en nuestro municipio) para que, en cumplimiento de su deber, puedan realizar las comprobaciones oportunas y tomar las medidas necesarias para proteger al animal.
Sí. Toda la prueba que seamos capaces de aportar para apoyar lo que relatamos en nuestra denuncia (vídeos, fotografías testimonios), no hará más que facilitar y mover a la acción a la autoridad quien, a partir de ahí, podrá comprobar por sí misma los hechos y dejar constancia de todo ello en su informe o atestado.
Para este tipo de casos, en los que observamos que el maltrato se produce de forma continuada, es importante que en la medida de lo posible las imágenes bien el lugar y las fechas de los hechos.
La información y sensibilidad de la ciudadanía sobre el maltrato hacia los animales ha crecido muchísimo en los últimos años. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se están encontrando ante nuevas situaciones y demandas sociales, en un ámbito sobre el que no había costumbre de actuar del modo que lo exige la sociedad actual, ni siquiera la legislación, que también va adaptándose.
Al igual que en otras problemáticas sobre las que vamos tomando conciencia, los agentes de policía precisan formación, protocolos específicos y -muy importante- recursos suficientes para poder aplicarlos. No es una cuestión de talante, sino de cumplimiento de su deber de actuación y protección.
Todavía hay mucho trabajo que hacer, pero lo cierto es que esto ya está cambiando, y desde entidades como INTERcids-Operadores jurídicos por los animales(www.intercids.org), en la que también están integrados funcionarios policiales, podemos constatarlo.
Podemos informar a la Policía de los hechos de forma anónima, pero ello no constituirá una denuncia como tal, y el curso que se dé a esa información dependerá en buena medida de la credibilidad de nuestro relato y de las pruebas aportadas.
La denuncia a través de asociaciones de protección animal es una posibilidad a la que puede recurrirse en aquellos casos en los que, por diversos motivos, la persona prefiere preservar su identidad.
De cualquier modo, la información como fuente anónima, siempre será mejor opción que no comunicarla. El delito de maltrato animal es un delito perseguible de oficio, por lo que si la información que se traslada resulta verosímil y bien acreditada, deberán investigarla.
Es importante valorar las circunstancias del caso concreto e identificar cuál es el motivo de la supuesta inacción policial. Hay determinados tipos de maltrato que, como tales, pueden no estar prohibidos ni sancionados en la normativa que corresponda.
Mantener a los perros atados es seguramente uno de los ejemplos más claros. Si la ley autonómica o la ordenanza no lo prohíben expresamente, poco podrá hacer la Policía al respecto.
Por eso a veces en estos casos debemos observar si existe algún otro tipo de infracción: deficientes condiciones higiénico-sanitarias, falta de cobijo, agua o alimento, lesiones provocadas por la cadena… o a veces, sencillamente, molestias objetivas causadas a los vecinos por ladridos u olores.
Los casos de maltrato animal detrás del tráfico y comercio de cachorros vienen siendo, efectivamente, objeto de denuncias y de investigaciones policiales que en supuestos como el que mencionas han supuesto el cierre del establecimiento. Pero en ocasiones las supuestas denuncias son quejas difundidas a través de redes sociales, sin pruebas suficientes. Además, este tipo de casos pueden entrañar operaciones complejas; detrás de la venta en la tienda pueden existir auténticas redes de cría y tráfico ilegal de perros, procedentes incluso de otros países.
Lo que tenemos que tener claro es que estos “negocios” no existirían si nadie los alimentara.Cuando leo la noticia de que en un lugar han sido intervenidos 500 perros, no puedo evitar pensar en que había 500 personas, seguramente bienintencionadas, que iban a comprarlos y, con ello, contribuir sin saberlo al maltrato de otros tantos.
La única denuncia que no sirve es la que no se presenta.Por diversos motivos, es posible que la denuncia que presentemos no prosiga, o no se le dé el curso que nos gustaría. Pero pensemos que solo con presentarla, ya estamos contribuyendo a una importantísima labor: visibilizar un problema, mostrarlo a la administración y a las autoridades. Hacer visible el maltrato es el primer paso para perseguirlo y sancionarlo, e incluso en muchos casos, también para legislar sobre él.
Nuevamente aquí hay que valorar las circunstancias concretas de cada caso, ya que en función de ello se pueden abrir varias vías.
Por un lado, la reclamación al establecimiento, directamente o a través de las oficinas de atención al consumidor; por otro, a la administración encargada del control de este tipo de establecimientos, para que puedan realizar la correspondiente inspección; e incluso en algunos casos en la misma comisaría o el Juzgado, si pudiéramos estar en un caso de estafa con implicaciones de maltrato animal.
Indagar sobre si pueden existir más casos y contactar con las personas afectadas para presentar una denuncia conjunta, suele ser de gran utilidad, puesto que si los hechos son reiterados generarán dudas razonables sobre la posible existencia de irregularidades.
Esto explica la Policía Nacional:
Aquí podéis leer también los consejos que ofrecen desde PACMA sobre la venta de perros: