Hay perros que son más glotones que otros y esto puede convertirse en un problema para su salud si roban comida de la mesa, de la basura o incluso por la calle...No solo porque podría contribuir a que sufran sobrepeso sino porque pueden comer algo que les siente mal o que sea peligroso o venenoso para ellos.
Y, además, el can podría molestar o incluso asustar a alguien al intentar conseguir su objetivo, la comida ajena. Aquí analizamos las causas de este comportamiento y también compartimos pistas para saber cómo evitar que nuestros canes se comporten de esta manera.
Hay un buen número de causas posibles tras este comportamiento y es importante analizar cuáles pueden estar influyendo en cada casoconcreto para así poder pautar un tratamiento adecuado.
• Experiencias previas relacionadas con la privación de comida
Si un perro ha tenido acceso limitado a la comida o incluso ha pasado días sin probar bocado (como puede suceder en perros abandonados en la calle o perros maltratados) esto puede desembocar en un comportamiento anormal frente a los alimentos.
• Razas genéticamente predispuestas:
La genética también es una posible causa de la glotonería excesiva. Hay perros como los Beagle, los Golden Retriever o los Labradores cuya fama de tragones es merecida. en estas razas la predisposición a la comida es marcada.
Esto no es siempre negativo porque cualquier perro que tenga una alta motiviación con respecto a los alimentos será fácilmente entrenable mediante los premios comestibles.
• Ausencia de rutina bien establecida en la alimentación
Un perro puede llegar a robar comida cuando sus dueños, por dejación o descuido, optan por no respetar horarios regulares en sus comidas.
Es importante que las tomas sean a las mismas horas cad adía porque de lo contrario podemos generarle ansiedad a nuestro can puesto que no sabría cuándo podrá comer y cuándo no.
Por eso mismo si ve que hay comida a su alcance es más probable la robe por la incertidumbre de no saber cuándo podrá comer "oficialmente".
• El refuerzo positivo de una buena chuleta
La causa puede ser tan sencilla como que una vez lo intentaron y la recompensa fue verdaderamente sabrosa.
Es el refuerzo positivo en accion porque, como bien sabemos, una conducta que se ve recompensada tiende a repetirse y perpetuarse.
Esto se traduce en que cuantas más veces un perro robe comida que disfruta, más posibilidades hay de que ese comportamiento se incremente con el paso del tiempo. De ahí que sea importante atajar el problema cuanto antes.
• Aburrimiento:
Hay perros que hurgan en las basuras cuando se quedan solos en casa por aburrimiento, porque no tienen nada mejor que hacer. Ante la ausencia de otros estímulos ambientales, optan por distraerse con lo que tienen a mano.
• Estrés o ansiedad:
De manera similar a como puede suceder en el caso de algunas personas, el estrés o la ansiedad pueden ser el detonante para un episodio de glotonería.
Hay que tener presente que en este caso el problema tendrá poco que ver con el apetito y estará relacionado con una mala gestión emocional de esas situaciones que incomodan al perro.
Soluciones prácticas
1- Entrenar el autocontrol del perro
Algunos perros son excesivamente impulsivos. Son esos canes que se abalanzan sin control hacia cualquier cosa que les guste o atraiga y que muerden, ladran o huyen cuando encuentran estímulos que les disgustan.
Un perro equilibrado es aquel capaz de mostrar autocontrol en cualquier situación cotidiana.
Por eso es importante trabajar el autocontrol con nuestros perros desde que son cachorros. De ahí que los educadores caninos recomienden diversos tipos de “ejercicios de control de impulsos”.
2- Observar y anticipar
Si tu perro es de los que atrapa porquerías en la calle al vuelo entonces siempre será conveniente estar pendiente durante los paseos urbanos e identificar claramente qué tipo de cosas atraen más a tu can.
Porque -además de poder poner en práctica algún ejercicio de autocontrol- la clave estará siempre en la observación y la anticipación, para evitar caer en ese refuerzo positivo involuntario (lo que sucede si nuestro can se encuentra una loncha de salchichón en el suelo y logra zampársela).
3- Mantener pautas de alimentación estables y predecibles
Imagínate que a un niño a veces le dan de merendar en el colegio y a veces no, pero sin avisar. Capaz que decida robar cualquier bocata a su alcance con tal de no quedarse sin comer... Pues con los perros, es lo mismo :-)
Es importante que el can tenga claro que va a recibir su alimento diario siempre y aproximadamente a las mismas horas. Es decir, hay que establecer unos horarios y cumplirlos, sin saltarse ninguna comida.
De esta manera tendrá claro que tiene esta necesidad cubierta y se reducirá tanto su ansiedad como su motivación para robar comida.
4- Dar de comer a nuestro perro antes de comer nosotros
Aunque no tiene mucha lógica, hay quien aún cree que los perros deben de comer siempre después de sus dueños para así mantener la jerarquía dentro de la familia. Nuestros canes, sin embargo, saben que no están compitiendo con nosotros por la comida, más bien asumen que nosotros somos sus proveedores de alimento.
Por eso mismo es útil que tu perro coma antes que tú, así si te acompaña a la mesa ya estará saciado y estarás reduciendo su ansiedad así como su motivación para robar algún alimento.
5- No dejar la basura al alcance del perro
Como parece lógico, en este caso lo crucial es asegurarnos de que el perro no pueda tener acceso a la bolsa de basura.
- Acuérdate de tirar la basura siempre que bajes a la calle, para que el cubo no quede lleno.
- Coloca un cerrojo para niños (son fáciles de encontrar en cualquier ferretería) para impedir que el perro pueda abrir el armario de las basuras.
- Rocía el cubo de la basura con fragancia de citronella, es un olor desagradable para el olfato canino y suele repeler a los perros.
- Ten cuidado de no dejar bolsas de patatas o cualquier otro alimento en zonas donde suele estar el perro. Además, en el caso de las bolsas es adicionalmente peligroso.
Si la afición de tu can por las basuras está directamente relacionada con el aburrimiento y la falta de estímulos puedes contactar con algún educador canino para que te den pistas sobre cómo enriquecer la jornada de tu perro con juguetes inteligentes y otras herramientas.
¿Cuántas veces debe comer un perro al día?
Dependerá de la edad, la raza, la actividad... lo mejor es valorarlo junto con tu veterinario. Lo normal es ofrecer la ración diaria dividida en varias tomas, dos o tres. Así, además, puede evitarse la temida torsión de estómago canina, un problema que es más frecuente en razas grandes.
La foto que encabeza el texto es de Stolbovsky
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