La presidenta de la Fundación Protectora de Animales del Principado de Asturias, Alejandra Mier, conoce mejor que nadie la situación de la protección animal en esta Comunidad: no solo es la responsable de gestionar el Albergue Municipal de Animales de Oviedo sino que también está a cargo de una protectora muy especial, El Perro Feliz, o directamente La Protectora, en Siero.
Esta doble vertiente, pública y privada, junto con su gran experiencia en el ámbito de la protección animal -lleva casi dos décadas dedicada a tratar de mejorar la vida de los animales- añadido a su talante dialogante, optimista y práctico hace que hablar con ella sea como una (muy amena) masterclass.
Podéis escuchar la charla completa al final de este texto. Y, por cierto, todos los retratos que veréis aquí son de perretes que están actualmente en adopción en el Albergue de Oviedo: son obra de Alma, fotógrafa de Verde Bonito Blanco Polar.
La evolución (a mejor) de la protección animal en Asturias es indiscutible, dice Alejandra Mier, y para mostrarlo ofrece un ejemplo:
"Cuando yo empecé en protección animal, hace 18 años, en Gijón recogíamos todas las semanas una camada de cachorros en el contenedor de la basura. No exagero, todas las semanas dejaban una caja o una bolsa llena de cachorros en la basura o en la puerta de alguna clínica.Y hoy en día, en Oviedo, desde que estamos en el Albergue (2022) no hemos recogido ninguna camada de cachorros, cero camadas de cachorros.
Tanto es así que hará cosa de un año una protectora recogió una camada y ¡salió en el periódico! Es decir fue noticia algo que antes era lo habitual...
En el Albergue de Oviedo, que Alejandra Mier gestiona desde 2022, hay capacidad para 200 perros pero de media suele haber 40. Y esto hace que los canes puedan estar mucho mejor: "Aunque las jaulas contiguas estén separadas por rejas, que no es lo ideal porque genera estrés, como puedo tener una jaula vacía y una llena... pues nos estamos arreglando muy bien."
En la protectora, igualmente, tienen capacidad para entre 40 y 50 perros. Pero aquí sí crearon unas instalaciones modernas, pensadas para mejorar el bienestar de los animales. Tiene suelo radiante, hilo musical, los perros tienen una zona de dormitorios y patios de recreo, protocolos de enriquecimiento... "De hecho, la gente cuando viene ¡quiere dejarnos a su perro como si fuera una guardería canina!", bromea Alejandra Mier.
Y esto tiene, lógicamente, consecuencias para los propios perros que están en adopción e, incluso, para el propio proceso de adopción: es más agradable porque el entorno es más bonito y más tranquilo.
El objetivo de Alejandra es lograr que, tanto en la protectora como en el Albergue, eso sea siempre así. Y lo consiguen de muchas maneras:
¿Cómo llegan los animales al Albergue y a la protectora?
El bajo volumen de perros que hay tanto en el Albergue como en la protectora ya es significativo. Pero no es la única particularidad del Principado. Porque aquí el grueso de los abandonos no proviene del mundo de la caza -como sucede en prácticamente toda España- sino de personas en riesgo de exclusión social, explica Alejandra.
No se juzga a nadie, sí se intenta ayudar cuando alguien contacta porque no puede hacerse cargo de su perro: a veces, en alguna situaciones, así se puede evitar que ese can entre en la protectora o el albergue. Llevan a cabo lo que llaman "adopciones puerta a puerta", de animales que no llegan a entrar nunca en un chenil sino que van de una familia a otra.
A diferencia de la realidad que se vive en Andalucía o Extremadura, donde se recogen día tras día perros de caza abandonados en muy mal estado, en Asturias suelen entregar a los perros de caza menor directamente en la protectora y en mejores condiciones: con chip y vacunas, bien cuidados y atendidos.
En cambio, hay muchas personas que no tienen recursos y que ante el más mínimo traspiés en su vida, una enfermedad suya o de sus animales, no pueden atenderlos. La exclusión social es donde Alejandra pone el foco de sus esfuerzos porque se enfrentan con este problema de manera cotidiana.
"Podemos hacer un gran trabajo si dejamos de juzgar personas y nos centramos en nuestra parte, que es ayudar a los animales"
Una protectora es como una agencia matrimonial: hay que hacer el "match" correcto
El proceso de adopción tanto en el Albergue de Oviedo como en la protectora Un Perro Feliz no tiene plazos estrictamente establecidos: se trata de lograr que cada perro encuentre a su familia ideal. Es, bromea Alejandra, como una agencia matrimonial.
Hay muchas variables que pueden entrar en juego: hay perros que en la protectora son extremadamente sociables y que pueden desarrollar algún problema de comportamiento cuando están en una casa...
Hay contratos preadopción, algunas personas se deciden a los dos días y otras tardan meses...
Y ella tiene claro cómo sería la protectora ideal, la que montaría si le tocara la primitiva: un espacio "real life", bungallows con gente y perros. Como si fuera una pequeña urbanización de perros en adopción que conviven con personas.
¡Ojalá existiera ese lugar!
La importancia de la esterilizaión
Una de las medidas que Alejandra Mier considera más importantes -sino, directamente, la más importante- para evitar el abandono y mejorar el bienestar animal es la esterilización, el control de natalidad. Por eso desde la Fundación han establecido dos clínicas en las que ofrecen todo el año la posibilidad de esterilizar animales a un precio reducido. Y tienen lista de espera... ni siquiera tienen que hacer campañas de concienciación (demostrando, de nuevo, que la situación en Asturias es distinta a la de otras zonas de España).
No se trata tanto de obligar por ley sino de ponerlo muy fácil.
Y, además, para las administraciones, para los ayuntamientos, invertir en esterilización es un ahorro a largo plazo: si pagas esa esterilización en realidad estás ahorrando dinero y generando bienestar animal porque no van a nacer unos cachorros que, en muchos casos (de exclusión social) no se sabe dónde van a acabar.
Y la importancia del diálogo (con todo tipo de interlocutores)
Para conseguir avances (y avances considerables, como se han conseguido en Asturias) a veces hay que ir paso a paso. "Si nos centramos en pequeñas victorias, vamos mejorando en conjunto", opina Alejandra.
Se puede conseguir hablando, también con los que no piensan como tú, pero con mano izquierda, lo que no se consigue con denuncias y yendo como apisonadoras se consigue muchas veces a través del diálogo: con perros que viven encadenados, con los cazadores...
Hay que llamar a muchas puertas y puede que unas cuantas te las cierren en la cara pero, vete a la siguiente porque lo conseguirás y es algo contagioso.
Pero también es crucial el diálogo con los que piensan como tú: con otras protectoras, con educadores caninos, con peluquerías...
Hay que ir a eventos y seguir concienciando a todos los niveles porque sigue habiendo mucho desconocimiento sobre bienestar animal. Y si no estamos nosotras allí, ese espacio lo ocuparán otras personas con un mensaje que puede no ser el más adecuado.
Aquí os dejamos la charla completa con Alejandra Mier: