Picasso ha sido adoptado, por fin: se ha quedado en casa de la misma persona que lo rescató, Liesl Wilhardt -la responsable de Luvable Dog Rescue. Y es que ella no podía soportar verlo solo porque el can ha tenido que afrontar otra tragedia en su vida, su hermano Pablo, que había sido rescatado con él, murió inesperadamente hace unos meses tras sufrir un aneurisma cerebral.
Liesl ha compartido la noticia hace poco, ahora Picasso ya forma parte de esta gran familia: convive con ella ¡y con otros nueve perros adoptados!
Y no solo eso: Picasso está yendo al cole, por así decirlo, está siendo educado (con clicker y chuches, como podréis ver en el vídeo) para convertirse en perro de terapia.
Y ya ha comenzado a ayudar a personas a las que su presencia y su energía feliz les devuelve el buen humor.
Picasso ha tenido suerte, aquí podéis recordar cómo Liesl se interesó por él (y por su hermano) y los sacó de una perrera donde su destino estaba escrito: ser sacrificados.
Ahora, aunque ya no tenga a su hermano a su lado, Picasso tiene a muchos otros compis perrunos -con los que compartir juegos, juguetes y trastadas- y a una familia que le querrá por siempre jamás.