Zach Anderegg estaba de vacaciones, haciendo una ruta de senderismo a través de una árida, bella y solitaria zona en el desierto de Arizona cuando, de pronto, se topó con un cachorrito ¡al fondo de un cañón de más de 100 metros! Alguien lo había abandonado ahí... Él no daba crédito a lo que tenía ante sus ojos: paró y, con gran esfuerzo y mucha maña, logró rescatar a ese can y sacarle de allí. Ahora Riley es un SrPerro feliz y comparte nuevas aventuras con Zach y su familia. Incluso, han publicado un libro contando su historia.
Desde el momento en que ambos regresaron a casa, Zach empezó a contar la historia de "Puppy" en facebook. Ahí también anunció que, por supuesto, lo iban a adoptar.
Estas cuatro fotos son algo así como el resumen visual de esta historia: un cachorrito esquelético y casi moribundo. Un perro sano y feliz. Son el mismo.
Zach ha compartido algo aún más emocionante: el momento del rescate. En este vídeo podéis ver dónde encontró al can y cómo logró rescatarlo. Increíble... tanto el pensar que alguien abandonara a un perro ahí como la suerte que tuvo Riley de toparse con un humano así.
La historia de Riley, de su rescate y de su nueva vida, ha captado la atención de miles de personas. Incluso pasó por el programa de Ellen DeGeneres. Así de guapo se puso Riley para conocer a Ellen.
Y también ha cambiado la vida de Zach y de su familia. Sobre todo la de Zach y no sólo porque ahora acompañe a su nuevo perro a eventos y a programas de TV, no sólo porque Riley le ha permitido conectar con gente de todo el mundo al compartir su emocionante historia.
Lograr rescatar a ese perro le ha inspirado para enfrentarse a su pasado, para narrar cómo venció sus propios miedos y logró, a su manera, salir de otro agujero distinto.
Ha escrito un libro en el que narra cómo rescató a Riley y cómo se ha 'rescatado' a sí mismo, dejando atrás los años en los que fue víctima del bullying para llegar a convertirse en una persona más fuerte y sólida, no sólo físicamente: Rescuing Riley, Saving Myself
Y en facebook te puedes pasar media hora viendo las fotos de Riley en su nueva vida, junto a otro amigo can y su familia humana, en la playa, de senderismo, saliendo en la tele o firmando libros... siempre tan contento, habiendo olvidado que una vez estuvo a punto de morir al ser abandonado en el desierto.