Los perros de intervención asistida que desarrollan proyectos en el ámbito hospitalario son una medicina muy especial. Tal y como nos explicaban desde Yaracan recientemente, generan beneficios a corto y largo plazo.
Su presencia es un bálsamo para los pacientes y sus familias pero, además, a veces son imprescindibles para que los niños olviden de pinchazos y otros procedimientos que pueden darles miedo o ser dolorosos.
Y lo que es evidente es que en cuanto llegan los perros se genera un ambiente muy especial, lleno de sonrisas y felicidad, algo que en ese entorno es absolutamente impagable.
La cara de esta niña lo dice todo... parece que hubiera visto al mismísimo Papá Noel :-)
A quién ha visto llegar es a este grupo de guapos perretes, Elsa Pinto, Pluto y Bailey, unos Golden Retriever muy especiales que forman parte del programa "Pawsitive Play" en el Texas Children’s Hospital.
Ataviados a juego con sus guías, los perros han sido los encargados de aportar un rato alegre en estas fechas tan señaladas.
Los perros están especialmente entrenados para trabajar como perros de terapia en este hospital pediátrico: allí se coordinan con el equipo multidisciplinario para brindar intervenciones terapéuticas orientadas a objetivos y apoyo emocional para los niños hospitalizados, así como para las familias y el personal.
Precioso, ¿verdad?
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